Una tarde de terror en la estación de servicio
El domingo por la tarde, la tranquilidad de un lavadero en Centenario se rompió de golpe. Una beba de apenas un año y medio había quedado encerrada dentro de un auto Honda Fit cuando se activó el cierre centralizado. Fue en la estación de servicio, en la segunda rotonda de ingreso a la localidad neuquina.
El padre, que estaba junto al vehículo, intentaba de todas las maneras abrirlo mientras la niña permanecía en el interior.
"El papá intentaba hablarle a la chiquita. Las llaves del auto le quedaron en el piso del vehículo y se le cerró el auto", explicó Patricio Álvarez, el jefe de Bomberos de Centenario, en diálogo con AM550.
Bomberos, la única salida
Los Bomberos Voluntarios llegaron de inmediato y probaron distintas técnicas para abrir el vehículo. Pasaban los minutos y la tensión crecía, hasta que la pequeña comenzó a llorar. Fue entonces que tomaron la decisión más rápida y segura: romper una de las ventanillas para liberar a la nena.
"Intentamos por todos los medios, hay un montón de técnicas y la gente mira, observa y habla del daño que se puede producir, que siempre es mínimo", detalló el bombero.
El momento más crítico
"Al cabo de 10 minutos cuando la nena empezó a llorar, buscamos un ventilete que tenía la parte delantera del conductor y desde ahí pudimos acceder a las trabas de la puerta para liberarla".
En apenas segundos, el vidrio fue destrozado y la puerta se abrió. La beba fue rescatada sana y salva, mientras su papá y las personas que observaban no podían ocultar la angustia y el susto que dejó el episodio.
Una advertencia que alarma
Patricio Álvarez, el jefe de Bomberos de Centenario explicó que estas situaciones no son aisladas: algunos vehículos pueden trabar sus puertas incluso con personas adentro y el motor apagado. El riesgo es real y la preocupación crece: un descuido, una falla o la simple rutina pueden terminar en un episodio que nadie quiere vivir.
"Son situaciones que no son deseadas ni adrede", destacó el jefe de bomberos