La empresa Vía Bariloche, perteneciente a la familia Trappa, junto con la aseguradora, fue condenada por la Justicia rionegrina a pagar una indemnización a los herederos de un chofer que sufrió un brutal accidente en la Ruta Nacional 22, en el tramo entre Belisle-Chimpay. El hombre había quedado con graves secuelas tras ser atropellado por otro colectivo de la misma firma, y murió antes de que se dictara la sentencia.
El hecho ocurrió en medio de una protesta sindical que obligó a detener la marcha de los micros. En ese contexto, el chofer descendió de su unidad para asistir a un compañero cuyo colectivo no arrancaba. Minutos después, el gremio liberó el tránsito. Fue en ese instante cuando otro vehículo de larga distancia lo arrolló.
El impacto fue tan violento que la víctima quedó atrapada entre los dos colectivos y fue arrastrada unos 200 metros, hasta que los propios pasajeros lograron que el conductor frenara. El hombre sufrió múltiples fracturas y heridas en la pierna izquierda, que le dejaron una incapacidad laboral reconocida del 58 por ciento.
Durante el proceso, el trabajador denunció que la ART le había dado el alta de manera apresurada y con un porcentaje de incapacidad menor al que realmente padecía. Sin embargo, falleció antes de escuchar el fallo, por lo que fueron sus herederos quienes continuaron con el reclamo judicial.
La empresa intentó desligarse de responsabilidades y acusó al chofer de actuar con imprudencia. Pero la jueza, tras evaluar pericias médicas, testimonios y los informes accidentológicos, concluyó que el colectivo invadió el carril contrario y provocó la tragedia. Con esa certeza, dictó la condena contra Vía Bariloche y su aseguradora, que ahora deberán hacerse cargo de la indemnización por incapacidad y daño moral.