Gisella Bonomi se consolidó en los últimos años como uno de los nombres propios del deporte argentino, especialmente en el balonmano playa (beach handball), disciplina en la que se transformó en referente indiscutida a nivel continental y mundial. Con estos antecedentes, Bonomi obtuvo el Premio Pehuén de Oro 2025 durante la gala realizada este jueves 18 de diciembre en el Centro de Convenciones Domuyo, organizada por el gobierno provincial, a través del ministerio de Juventud, Deportes y Cultura, con la colaboración del Instituto IFES y el Círculo de Periodistas Deportivos.
Nacida el 19 de marzo de 2000 en Santa Rosa, La Pampa, Bonomi integra la selección femenina de balonmano playa de Argentina, conocida como “Las Kamikazes”, con la que conquistó dos medallas de oro y una de bronce en competencias internacionales. Su liderazgo y proyección la llevaron a ser abanderada de la delegación argentina en los Juegos Suramericanos de Playa 2019, un reconocimiento que marcó su crecimiento dentro del alto rendimiento.
La historia de Gisella con el beach handball empezó en el 2015, cuando en los torneos que se hacen en los lagos de Neuquén permitieron por primera vez que participaran las chicas de la categoría Cadetas. Ahí le empezó a tomar cariño a esta nueva disciplina, una variante del handball tradicional que también practicó.
Uno de sus primeros grandes hitos llegó en 2017, cuando formó parte del plantel que obtuvo la medalla de bronce en el Mundial de Mauricio. En ese certamen, además, fue distinguida como la mejor pivot del torneo, confirmando su talento individual en la élite del beach handball. Ese mismo año, sumó otro logro clave al consagrarse campeona en el Campeonato Panamericano de Paraguay.
Su nombre volvió a tomar relevancia internacional en los Juegos Olímpicos de la Juventud Buenos Aires 2018, donde representó a la Argentina y consiguió la medalla de oro, tras vencer en la final al seleccionado femenino de Croacia. Aquella consagración, en suelo argentino, fue uno de los momentos más emblemáticos de su carrera deportiva.
Bonomi continuó ampliando su palmarés en los IV Juegos Suramericanos de Playa, disputados en Rosario, donde obtuvo otra medalla dorada, esta vez tras derrotar en la final a Brasil, una de las potencias históricas de la disciplina.
Otro logro fue en el Campeonato Mundial de China 2024, donde la selección argentina consiguió la medalla de plata, un resultado considerado histórico para el deporte nacional y que ratificó el lugar de Las Kamikazes entre las mejores selecciones del mundo.
La neuquina fue parte de uno de los resultados más impactantes del año 2025 al consagrarse el pasado 12 de agosto campeona del mundo con las Kamikazes, que ganó los World Games (Juegos Mundiales) que se realizaron en Chengdu, China, donde además fue distinguida como la mejor pívot del torneo.
Por primera vez un seleccionado nacional en esta modalidad alcanzó la cúspide mundial, lo que representa un nuevo lauro en la carrera de la primera deportista campeona olímpica de la provincia de Neuquén, luego de su consagración en los 3° Juegos Olímpicos de la Juventud en Buenos Aires 2018.
En el torneo Gisella, además de ser la mejor en su puesto, fue la goleadora de la final con 16 tantos y terminó como máxima anotadora de los World Games con 78 puntos. "Este año es la primera vez que pudimos disfrutar una final después de haber perdido muchas veces no solo en un certamen internacional sino también de categoría continental como los Centro Sur, torneos de distintas magnitudes", dijo.
"Todo lo que hoy disfrutamos es parte del mismo proceso que vivimos. Sentimos que estábamos preparadas para afrontar esa final y ganarla, a pesar del resultado del primer tiempo que fue muy parecido a lo que pasó el año pasado. Por eso en el segundo set entramos con otra cabeza. No queríamos que sucediera lo mismo así que estamos muy contentas porque pudimos revertir el resultado", destacó luego de los festejos.
"Fue un año distinto porque estuve dudando un poco de seguir o no en el equipo. Es que después de tanto tiempo en el seleccionado a uno le cuesta saber qué es lo que le puede aportar el equipo. De alguna manera te tenes que reinventar un poco. Fue algo que no me sucedió solo a mí sino también a otras compañeras. En ese sentido no me sentía sola y por suerte me dieron el espacio para que sin presiones decida también yo qué hacer", explicó. "Es ahí, creo, dónde uno se da cuenta de donde realmente quiere estar porque no me quería ver afuera de un torneo ni ahora ni por lo pronto”, afirmó.
Con apenas 25 años, Gisella Bonomi ya es una figura clave del beach handball mundial y una de las deportistas argentinas que empujan el crecimiento y la visibilidad de una disciplina que sueña con dar el salto olímpico definitivo.