Lo que arrancó como la denuncia por caballos robados en la estancia La Nueva Esperanza terminó destapando un caso escalofriante en Los Menucos. Según la fiscalía, un hombre y una mujer se llevaron ocho equinos, los mataron y los faenaron en forma clandestina para comercializarlos. Dos de los animales eran yeguas preñadas y las mataron de un tiro con un arma que ni siquiera tenían permiso para usar.
El allanamiento que se realizó en agosto dejó a todos helados: encontraron restos compatibles con los caballos denunciados, pero también bolsas con crías nonatas, además de restos de guanaco y choique, especies protegidas por la Ley de Fauna. Para la fiscalía, el nivel de crueldad y la impunidad con la que actuaban los imputados superó cualquier límite.
El operativo tampoco fue tranquilo. Cuando llegó la policía, el hombre sacó cuchillos de una camioneta para intimidar a los agentes y la mujer directamente los empujó para frenar el procedimiento. En ese mismo lugar hallaron cinco armas más, todas sin autorización legal.
Con este combo, la fiscalía reformuló los cargos: abigeato doblemente agravado, crueldad animal, tenencia ilegal de armas, resistencia a la autoridad e infracción a la ley de fauna. Todo junto, en concurso real. La jueza dio por válida la acusación y avaló la investigación.
Hoy el hombre sigue tras las rejas con prisión preventiva y la mujer tiene medidas cautelares que la obligan a presentarse periódicamente ante la Justicia. En Los Menucos, mientras tanto, el caso no deja de hablarse: una mezcla de indignación y espanto que todavía sacude a la comunidad.