Un dramático episodio doméstico conmocionó a Allen este jueves. Dos niños de 1 y 4 años sufrieron graves quemaduras después de prender fuego mientras jugaban con alcohol y un encendedor. Sus padres los llevaron de urgencia al hospital local, pero por la magnitud de las lesiones hubo que activar un traslado inmediato hacia Roca.
El traslado fue en dos ambulancias distintas, con custodia policial sobre la Ruta 65, bajo la categoría de “código rojo”, la más grave de todas. Los médicos advirtieron que cada minuto contaba.
El más pequeño fue el más afectado: tiene cerca del 35% del cuerpo con quemaduras. Su hermanito mayor también sufrió lesiones, aunque en menor medida, con el 15% del cuerpo afectado. La buena noticia, dentro de todo, es que ninguno tiene comprometido el sistema respiratorio, lo que hubiera complicado todavía más el cuadro.
Ambos están ahora en la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos del hospital de Roca. Allí quedaron bajo control estricto, con atención permanente y en estado reservado. El pronóstico sigue siendo delicado.
La noticia impactó fuerte en Allen. Los vecinos, conmocionados, no salen del asombro por la secuencia y rezan por la recuperación de los pequeños, mientras los médicos hacen todo lo posible para que superen este durísimo trance.