El susto que pudo terminar en catástrofe
Domingo al mediodía, un viento insoportable que hacía volar todo en Neuquén. En ese escenario, un vecino decidió “limpiar” su terreno abandonado de la manera más peligrosa posible: prendiendo fuego. Las llamas avanzaron con rapidez y alcanzaron a ocupar la mitad del lote, en medio de un barrio que quedó envuelto en humo negro.
El episodio ocurrió en un lote de Formosa al 1600, en la capital neuquina, y generó un verdadero caos entre quienes viven pegados al terreno. Los Bomberos y la Policía llegaron de inmediato y, gracias a un trabajo contrarreloj, lograron apagar el fuego antes de que saltara hacia las casas lindantes.
La irresponsabilidad fue tan grande que muchos vecinos salieron con mangueras para intentar frenar las llamas. “De milagro no fue una tragedia”, repetían con bronca mientras ayudaban.
“El humo entraba a mi casa”
En diálogo con AM550, Silvia Arévalo —vecina directa del terreno incendiado— relató el momento de tensión que le tocó vivir con su familia:
“Estábamos terminando de almorzar y vimos un humo negro que se metió dentro de mi casa. Salimos a mirar y vimos al señor y a su señora limpiando el lote. Muy irresponsables”, denunció.
La vecina contó que otros residentes se acercaron desesperados para colaborar con baldes y mangueras:
“Una vecina de enfrente me gritó que saliera con agua porque se iba a prender fuego todo. Tengo lonas, madera y una pérgola. Si saltaba una chispa era tragedia”.
El fuego, alimentado por las ráfagas altísimas, salió incluso del perímetro del lote. “Terminamos todos llenos de humo, respiramos eso. Fue un susto muy grande”, añadió Arévalo.
Bomberos, héroes en medio del caos
El rápido accionar de los Bomberos evitó que la imprudencia pasara a mayores. En cuestión de minutos, con el apoyo de vecinos solidarios, lograron controlar las llamas y enfriar el terreno, que llevaba años abandonado y lleno de yuyos secos.
“Los Bomberos fueron muy amorosos, actuaron rapidísimo. Si no fuera por ellos, esto terminaba mal”, destacó Silvia en la entrevista con Pancho Casado en AM550.
A pesar del alivio, la indignación persiste: un descuido, sumado al viento feroz que azotaba la ciudad, pudo desencadenar una tragedia irreparable. La vecina confirmó que pedirá a la Municipalidad que notifique a los dueños del terreno para que asuman la responsabilidad de mantenerlo en condiciones.
Bronca vecinal
La secuencia dejó un sentimiento compartido: enojo, miedo y bronca. No solo por el riesgo de perder casas, árboles y pertenencias, sino también por la irresponsabilidad de encender fuego cuando el viento había sido anunciado con anticipación.
En un barrio donde la solidaridad logró frenar lo peor, la pregunta quedó flotando entre todos: ¿hasta cuándo la imprudencia va a poner en peligro a quienes hacen lo imposible por vivir en paz?