La División Antinarcóticos de Cutral Co asestó un nuevo golpe al microtráfico en la comarca petrolera. Dos allanamientos realizados en Plaza Huincul terminaron con el secuestro de droga, dinero, balanzas, una contadora de billetes y municiones de distintos calibres. Pero lo más significativo fue la clausura preventiva de una vivienda que funcionaba como punto de venta de estupefacientes en el barrio Otaño, inmueble que ya había sido allanado en abril de este año por la misma causa.
Fuentes judiciales confirmaron que el procedimiento se enmarca en la segunda etapa de la lucha contra el narcotráfico en Neuquén: no sólo se persigue a quienes venden, sino también a los domicilios que funcionan como centros de expendio. El propio fiscal general José Gerez lo había advertido semanas atrás: “Apuntamos a las personas que venden y a los domicilios”.
En ese sentido, los inmuebles que son clausurados bajo la figura de “casa de drogas”, contemplada en la Ley 3488, no volverán a ser utilizados. La política estatal es clara: serán derribados para erradicarlos definitivamente como puntos de venta. De hecho, ya se demolieron casas vinculadas al narcomenudeo en Neuquén capital, Centenario y San Martín de los Andes.
Los operativos de este jueves fueron coordinados por la Fiscalía Única de Cutral Co, a cargo del fiscal jefe Gastón Liotard, y contaron con la colaboración de la División Antinarcóticos de Zapala, el Departamento Comando Radioeléctrico, el GEOP y la Dirección Seguridad Interior de Cutral Co.
Como resultado, dos personas mayores de edad fueron imputadas por presunta infracción a la Ley Nacional de Estupefacientes N° 23.737, aunque quedaron en libertad supeditada.
La clausura preventiva del inmueble representa un paso más en la estrategia del Estado provincial de combatir el microtráfico con acciones concretas, que van desde la jerarquización y equipamiento de la Policía, hasta la participación ciudadana a través de denuncias anónimas en la App Neuquén te cuida.