Una docente de 54 años, domiciliada en Neuquén capital, fue descubierta con un registro de conducir trucho cuando intentaba pasar un control vial en la ruta Nacional 22. El operativo se llevó adelante frente al puesto policial de Seguridad Vial de Allen, en el kilómetro 1.198, cuando la mujer circulaba en una lujosa Toyota Hilux SW4 en dirección oeste-este.
Al momento de presentar la documentación, los efectivos notaron que la licencia tenía detalles poco claros. Para despejar dudas, usaron la luz ultravioleta y quedó en evidencia que faltaban todos los elementos de seguridad: microtextos, tintas especiales y hasta el diseño correcto de la bandera y del mapa argentino.
La maniobra quedó aún más al descubierto cuando se consultó el sistema nacional SINALIC. Allí figuró que la mujer nunca había tramitado un registro válido a su nombre. Es decir, no solo circulaba sin estar habilitada, sino que además intentó zafar mostrando un documento falsificado.
Ante esta situación, se dio aviso a la Fiscalía Descentralizada de Allen, que ordenó iniciar una causa por infracción al artículo 292 del Código Penal. La docente fue notificada, le secuestraron el carnet apócrifo y le tomaron las fichas dactiloscópicas para incorporarlas al legajo penal que se inció.
El caso encendió la alarma porque no se trata de un hecho aislado, sino de una maniobra que se repite detrás de un negocio clandestino de carnets truchos que circulan en la región. La detección de esta docente neuquina volvió a poner sobre la mesa la necesidad de controles más duros para frenar a quienes compran estos documentos falsificados y ponen en riesgo la seguridad en las rutas.