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Sábado 25 de Octubre, Neuquén, Argentina
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La misteriosa fuga de uno de los “Bin Laden”: salió del penal, debía volver y nunca regresó

Richard Felipe Soazo, de 26 años, integrante del clan delictivo conocido como los “Bin Laden” de Neuquén, es intensamente buscado tras no regresar de una salida transitoria. Estaba a poco más de un año de cumplir su condena y gozaba de beneficios por buen comportamiento.

Lunes, 08 de septiembre de 2025 a las 18:32
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La Policía de Neuquén busca a Richard Felipe Soazo, de 26 años, integrante del célebre clan familiar delictivo conocido como los “Bin Laden” de Neuquén.

La historia tiene todos los condimentos de un caso policial que mezcla misterio, antecedentes pesados y un apellido que desde hace dos décadas resuena en los pasillos judiciales de Neuquén. Richard Felipe Soazo, de 26 años, miembro del célebre clan conocido como los “Bin Laden”, es protagonista de una fuga que desconcierta a las autoridades penitenciarias y mantiene en vilo a la Policía provincial.

El sábado pasado, a las 9 de la mañana, el joven salió de la Unidad de Detención Nº11 con una salida transitoria autorizada por el Poder Judicial. Como todos los internos en esa etapa de “periodo de confianza”, debía regresar a las 20 horas. Pero nunca volvió. Pasado el tiempo de tolerancia, las alarmas se encendieron: se dio aviso a la Justicia, se emitió una orden de captura y se declaró su rebeldía. Desde entonces, nada se sabe de él.

 

Una condena pesada y un “buen preso”

Soazo purgaba una pena de 7 años y seis meses de prisión por una serie de violentos asaltos a estaciones de servicio, cometidos con armas de fuego. La Justicia lo encontró culpable de cinco hechos de robo calificado, además de atentado contra la autoridad y portación ilegal de arma de fuego.

Desde 2020 estaba detenido, y según las autoridades penitenciarias, había mostrado un comportamiento ejemplar. Eso le permitió acceder primero a visitas controladas y luego a salidas transitorias, dos veces por mes. Incluso había avanzado al régimen más flexible: el de salidas bajo palabra de honor, en las que no necesitaba un tutor externo que lo buscara y lo llevara de regreso.

La paradoja es que a un año y medio de cumplir su condena completa, Soazo tenía la posibilidad de tramitar la libertad condicional. Pero el beneficio se transformó en su vía de escape.

Soazo está preso desde 2020.

“No se fugó, no volvió”

El comisario inspector Alejandro Rodríguez, al frente de la investigación, explicó que el caso no encaja en el molde clásico de una fuga: “Técnicamente no se fugó. Él estaba en salidas transitorias, en un periodo de confianza. Tenía que volver y no volvió. Es un voto de honor, y lo perdió”.

Rodríguez calificó la situación de “extraña”. Aclaró que Soazo ya disfrutaba de este beneficio desde hacía más de un año, siempre había regresado sin inconvenientes y nada hacía prever un incumplimiento. Incluso dejó en el penal el teléfono celular que tenía autorizado, lo que acrecienta el misterio sobre su desaparición.

“Algo raro debe haber pasado en su ámbito personal o familiar”, deslizó el jefe policial, que evitó confirmar hipótesis sobre el posible paradero del joven.

En agosto de 2023,Detienen a un peligroso miembro de "los Bin Laden" tras varios allanamientos.

La fuerza especial en acción

Ante la evasión, entró en acción el grupo “Recaptura”, una división especial de la Policía neuquina dedicada a ubicar prófugos. El operativo incluyó rastrillajes en domicilios de familiares y contactos cercanos, aunque hasta el momento no surgieron pistas firmes.

La Policía admitió que el paradero de Soazo es un misterio: no saben si llegó al domicilio donde debía pasar la jornada o si desapareció antes.

 

El apellido que es sinónimo de delito

El apellido Soazo no es desconocido. Al contrario: se volvió célebre en la primera década de los 2000, cuando la familia entera acumuló prontuarios por robos, violencia y hasta homicidios.

La Policía los bautizó los “Bin Laden” por la frecuencia y gravedad de sus hechos delictivos. “Eran quilombos casi todos los días con estos pibitos”, recordó una fuente policial en su momento.

De los seis hermanos, algunos están muertos, otros tras las rejas y al menos uno en libertad a pesar de graves acusaciones. El clan se convirtió en una pesadilla para la Justicia y en un caso paradigmático del delito repetido y heredado dentro de una misma familia.

 

Una libertad que ahora será casi imposible

El destino judicial de Soazo cambió radicalmente. Aunque estaba en condiciones de acceder a la libertad condicional, ahora deberá enfrentar un proceso mucho más complejo. Perdió el voto de confianza, no se lo van a dar más. Si lo llegan a atrapar, va a costar muchísimo que vuelva a tramitarlo”, advirtió el comisario Rodríguez.

Mientras tanto, la Policía mantiene la búsqueda activa. Pero el silencio de su entorno y la ausencia de pistas firmes transforman el caso en un enigma. Un preso, a punto de recuperar la libertad, eligió desaparecer. 

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