El incendio intencional de un auto y el crimen de Luciano Quidel podrían tener una estrecha relación. El joven oriundo de Fernández Oro llegó a las 1200 Viviendas junto con otras dos personas en un auto. Cuando se produjo la intensa balacera y la víctima cayó tendida, huyeron del lugar. Dos días después un vehículo de características similares apareció quemado muy cerca de la Comisaría 4°.
El martes por la noche, testigos presenciaron como un Volkswagen Gol, estacionado en la vía pública, comenzó a arder de manera inesperada. Según los relatos, dos jóvenes se acercaron al vehículo, lanzaron un objeto al interior y, en cuestión de minutos, las llamas lo consumieron por completo.
Tras el ataque, los jóvenes huyeron rápidamente hacia una camioneta Ecosport que los aguardaba, y se dieron a la fuga a alta velocidad, sin dejar rastro alguno.
Lo que en principio podría parecer un acto vandálico aislado, pronto comenzó a tomar un giro inquietante al ser vinculado con el asesinato de Luciano Quidel. Los investigadores descubrieron que el vehículo incendiado podría haber sido el mismo en el que la víctima llegó a las 1200 Viviendas junto a otras dos personas, antes de ser acribillado a tiros.
La conexión entre ambos casos abrió nuevas líneas de investigación que, como anticipó Mejor Informado, ya apuntaban hacia un ajuste de cuentas vinculado al narcotráfico y disputas por el control territorial del negocio, con dos bandas antagónicas que mantienen disputas desde hace varios años.
¿Qué se sabe del crimen de Luciano Quidel?
Aunque oficialmente trascendió muy poco, se sabe que Quidel llegó a las 1200 Viviendas en un auto con otros dos jóvenes. Luego de las más de 40 detonaciones de arma de fuego, sólo quedó el cuerpo de la víctima tendido en el piso.
Se especula que Quidel con sus amigos tuvieron una pelea con personas vinculadas al búnker Reina Blanca, conocido por vender droga en la calle Celedonio Flores.
Aún no se pudo determinar si la víctima disparó alguna de las pistolas 9 milímetros utilizadas, por eso se solicitó un barrido electrónico a la Universidad de Río Negro, que pueda determinar la presencia de pólvora en sus manos.
El disparó mortal ingreso por el cuello y salió por el tórax, con trayectoria descendente, por lo que se especula que se hizo desde altura.
El Volkswagen Gol incendiado: ¿una pista y un mensaje?
Una de las líneas de investigación apunta a que los dos acompañantes decidieron abandonar el auto al verse amenazados por la posibilidad de ser identificados, y tomaron la decisión de prenderle fuego más tarde para borrar cualquier pista que pudiera vincularlos con el crimen.
Lo extraño es que podrían haberlo dejado en cualquier lado, sin embargo hicieron toda esta maniobra en pleno centro de Cipolletti, a escasas cuadras de la Comisaría 4°.
Esto no pasó desapercibido para los investigadores, quienes no descartan que se trate de un mensaje directo a las fuerzas de seguridad, indicando que el crimen tiene un trasfondo mucho más complejo de lo que inicialmente parecía.