La unión hace la fuerza y así lo corroboró un grupo de neuquinos que logró detener a dos motochorros en pleno centro neuquino. Al ver la situación y, alertados por los gritos de la víctima, varios vecinos corrieron a los ladrones y frustraron su robo. Lejos de lincharlos, los hicieron caer al suelo a los piedrazos y uno terminó preso, el otro se escapó.
"¡Me robaron la moto, me robaron la moto!", gritó desesperado el hombre en plena intersección de las calles Mendoza y Rivadavia. Para su suerte, pese a haber quedado atontado por el robo, un grupo de trabajadores de los locales céntricos corrieron e impidieron a los piedrazos la huida de los delincuentes.
El hecho ocurrió cerca de las 10 de la mañana y fue gracias a un cascote que los ladrones perdieron el control y cayeron en su escape. Lo curioso de estos ladrones es que intentaron robar la motocicleta justamente manejando otra moto, lo que complicó la tarea de llevar a cuestas el vehículo apagado.
Sin embargo, uno de los dos pudo pararse rápidamente y escabullirse entre la gente. Aunque desde los centros de monitoreo buscan dar con el insurrecto, todavía no hay novedades sobre si pudo ser atrapado o no. Lo cierto es que el que quedó tendido en el suelo fue retenido por los vecinos de la zona mientras llegaba la policía.
Allí personal de la Metropolitana detuvo al delincuente y restituyó la moto a la victima. Ahora el ladrón será trasladado a la unidad penitenciaria y deberá esperar que la justicia determine cómo seguirá su causa. La primera medida será averiguar sus antecedentes y tratar de dar con su secuaz. Lo siguiente determinar, en base a las averiguaciones pertinentes, cuál será su condena.