Un conductor completamente borracho desató una peligrosa persecución policial sobre la Ruta 151, zigzagueando de carril en carril, poniendo en jaque a otros automovilistas y obligando incluso a un colectivo de línea a esquivarlo de milagro. El hombre fue finalmente detenido tras escapar de un control, resistirse a la autoridad y manejar borrachísimo.
Todo comenzó cerca de las 20, cuando un llamado al 911 RN Emergencias alertó a la policía sobre un vehículo que avanzaba de manera errática por la Ruta 151, a la altura de Medanito, a unos 20 kilómetros al sur de la ciudad.
El denunciante aseguró que el auto se cruzaba de carril en reiteradas oportunidades. Frente a la gravedad de la situación, los efectivos montaron de inmediato un control preventivo en el kilómetro 113, con la intención de frenar una locura que ya ponía en riesgo a todos.
Sin embargo, lejos de detenerse, el conductor aceleró y escapó, desatando una persecución a toda velocidad rumbo a Catriel. En ese trayecto, el peligro fue absoluto: maniobras imprudentes, invasión del carril contrario y momentos de máxima tensión. En uno de los episodios más dramáticos, un colectivo de transporte de pasajeros logró esquivarlo por segundos, evitando lo que podría haber sido una tragedia con múltiples víctimas.
Finalmente, al ingresar a la ciudad por el acceso Sur, el vehículo fue interceptado por patrullas policiales con apoyo de Tránsito Municipal, a unos mil metros del radio urbano.
Allí quedó en evidencia lo que ya se sospechaba: el conductor estaba totalmente alcoholizado. El intento de realizarle el test de alcoholemia fue inútil, ya que el nivel de ebriedad era tan elevado que el aparato medidor quedó superado.
Como si fuera poco, el hombre intentó resistirse a la detención, sumando más tensión a una noche que pudo terminar mucho peor. Finalmente fue reducido, trasladado y su vehículo quedó secuestrado, mientras se avanzaba con las actuaciones correspondientes.