Un prostíbulo ubicado en calle Jujuy abrió sus puertas nuevamente, luego de haber sido clausurado porque funcionaba un comercio sin la habilitación correspondiente. Retiraron la faja de clausura municipal y el lugar volvió a funcionar.
El proceso de investigación y allanamiento fue llevado a cabo por la División de Delitos Sexuales y Fiscalía Externa de la Municipalidad acompañó el procedimiento. El subsecretario de esa fiscalía contó que dentro de la vivienda se vendía alcohol, se reproducía música y había caños para bailar.
El allanamiento se produjo la semana pasada y se secuestraron preservativos, 15 mil pesos en efectivo y documentación. Dentro de la vivienda, se hallaban siete clientes, un guardia de seguridad y trabajadoras sexuales, quienes aseguraron trabajar por voluntad propia.