La gente de Colonia Rural Nueva Esperanza está bajando los brazos porque ya no funciona el matadero, a raíz de eso ya no se cuidan más chanchos y los vecinos del barrio ya no compran más cerdos debido a la falta de condiciones higiénicas. Estas afirmaciones corresponden a un nativo del lugar, "Beto" Betancour, quien señaló que el cierre del matadero hizo caer la venta de animales.
Otra arista negativa para los vecinos de Colonia Rural Nueva Esperanza es la presencia de los perros cimarrones. Según Betancour, esta jauría hace daños y mata por matar y ya ni siquiera lo hace por comida, por ende la situación se acentuó y se agudizó en demasía.
La mayoría de los vecinos manifestaron que ni la Provincia ni la Municipalidad les brindaron ayuda en lo que respecta a los perros cimarrones ya que promueven el incremento de la hidatidosis que perjudican no solamente a las personas que viven en el barrio, sino también a los animales de granja como gallinas, patos, pavos y lechones.