ARREGLO CHAPUCERO

En Lucaioli se lo ataron con alambre

Un vecino de Cipolletti compró un lavarropas. Falló, lo llevó a reparar, y se lo ataron con alambre. El caso terminó en la Justicia.
viernes, 18 de mayo de 2018 · 07:57

Pese a su condición de “universalmente útil” y más allá de su probada versatilidad, el alambre carga con un pesado y nada envidiable estigma: el de la improvisación lisa y llana.

¡Lo atamos con alambre!, suele decirse para remitir a un arreglo que, aunque abiertamente chapucero, puede mutar de provisorio a permanente (y conservar ese estatus hasta que el objeto “reparado” se vuelve a romper).

Pues bien; alambre fue lo que usaron los técnicos de un servicio oficial, para devolverle su funcionamiento a un lavarropas que un vecino de Cipolletti había comprado en la Casa Humberto Lucaioli.

Tales fueron las desventuras que el caso terminó en la Justicia; y, ahora, la jueza de Paz Gabriela Lapuente condenó a ese comercio a pagarle un resarcimiento de 4.356,89 pesos, por los gastos y el daño punitivo.

Fuentes judiciales contaron que, en su presentación, el cliente consignó que llevó dos veces el lavarropas al servicio oficial; y que en la primera de esas oportunidades se lo devolvieron “con un alambre en lugar de colocarle los tensores” que necesitaba. Lo volvió a llevar y le dijeron que “no tenía nada”. Entonces lo hizo reparar por las suyas, y tuvo que pagar 780 pesos.

Luego la jueza fijó dos veces la misma audiencia, pero la empresa no se presentó y terminó condenada.

En su fallo la magistrada hizo ver que la actitud de la empresa, demuestra un total desinterés en atender la problemática del cliente, que legítimamente reclamó lo que consideraba le correspondía.

“La falta de respuesta de la demandada constituye, a mi juicio, un trato desconsiderado hacia su cliente” (que tuvo que reclamar durante poco menos de dos años), concluyó la jueza.

El fallo

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