Mateo Fernández, de cuatro años, víctima junto a su familia del incendio de su vivienda en barrio Obrero de Cipolletti, falleció en el hospital Garrahan, tras seis meses de internación.
El pequeño era el único miembro de la familia que había resistido al siniestro, dado que en el incendio falleció su hermanita Aldana de once años,luego falleció Mia, de 8 ,y 10 días después el papá, Miguel Fernández, quien estaba conectado a un respirador artificial en la clínica Pasteur.
En una húmeda jornada de finales de otoño, un desperfecto con una estufa a gas originó el fuego en el interior de la vivienda de la manzana 17. Rápidamente tomó elementos combustibles y consumió la casa.
Las primeras pericias realizadas por los bomberos arrojó que se había iniciado en el artefacto de calefacción, y si bien la garrafa no había estallado, otros materiales aceleraron el fuego de tal manera, que cuando arribaron los auxilios, los vecinos ya habían apagado el incendio.