La semana culminó con fuego, horror y mostrando una triste radiografía de la realidad que se vive en diferentes barrios y tomas.
Esta vez, ocurrió en Río Negro, en Cipolletti, en la toma Ferri en el barrio Ferrocarril (a metros dónde el crimen de Paula, María Emilia y Verónica, hace casi 23 años marcó a un pueblo entero para siempre).
Hace menos de un año, allí, en las vías que simulan una calle y dividen a las precarias casillas que lucen sus techos de lona, Katerine, de 19 años, se roció con alcohol y harta de la miseria se prendió fuego. Pasaron nueve meses y este viernes a la noche, una familia que habita allí pronta a dejar el lugar, dejó a unos perros atados dentro y prendieron fuego la vivienda según los vecinos que transmitieron en vivo por las redes sociales, y dejaron a la luz la desesperación por las llamas que no solo consumían a las mascotas que estaban allí y dejando heridas a otras, sino también por las realidad que empobrece día a día no solo a las personas sino a la humanidad.