El brote de contagios que se registra en el Alto Valle en las últimas semanas pone al límite al sistema de salud de Río Negro. “La situación es variable” se encargan de aclarar los directores de los hospitales. Aun así, ya se empezó a derivar pacientes a otras zonas por falta de camas. Para reforzar la contingencia Covid en la zona Alto Valle Este, el hospital de Allen sumó ayer dos camas más de UTI, que se integran a las del hospital de General Roca.
En el hospital Ernesto Accame ya funcionan seis camas de Terapia Intensiva que cuentan con un equipo de profesionales conformado especialmente para el área creada de cuidados críticos.
Ayer por la tarde el secretario de Relaciones Institucionales del Ministerio de Salud, Miguel Ledesma, junto a la directora del hospital de General Roca, Ana Senesi, entregaron en Allen el equipamiento necesario para poner en funcionamiento dos camas más de Terapia Intensiva.
Respiradores, bombas de infusión, monitores, un carro de paro y un cardio desfibrilador fueron parte de la aparatología entregada, además de las camas de UTI. Un bioingeniero estuvo en el lugar trabajando para dejar las nuevas cámaras operativas.
Desde que comenzó la pandemia, el hospital de General Roca llevó su capacidad de camas de UTI de siete a 19 camas, contando las que se instalaron en Allen.