Hay fechas que son un clásico, como el aniversario de una ciudad o el día de la Primavera. Pero la pandemia arrasó con todo: este año, no hubo picnic ni las juntadas eternas compartiendo el mate. Tampoco confiterías y restaurantes donde sino se contaba con reserva, quedaba afuera. Por el contrario, el día del Estudiante se vivió al aire libre, pero en grupos distantes, alcohol en gel, barbijo y mucha seguridad en manos de la Policía.
En la capital neuquina, los controles se distinguieron con presencia policial, sobre todo en el acceso al Paseo de la Costa que estuvo desolado, en plazas, a la orilla del Limay y en los parques, tanto norte como oeste. Quizás este último punto fue el de mayor concentración de jóvenes y adolescentes. Esos controles estaban previstos hasta las 20, donde además de efectivos policiales, se involucró a personal municipal, como la secretaría de Cultura, Deportes y Actividad Física; de Finanzas a través de la dirección de Tránsito; de Ciudadanía; de Capacitación y Empleo.
En Plottier, quizás la nota color la dio la propia jefa comunal -Gloria Ruíz- quien junto a su equipo, recorrió las plazas y los lugares ribereños, entregando folletería de prevención, alcohol en gel y también mates, precisamente, para que “abundara el instrumento y no se compartiera”. La idea en este caso caso fue apostar a la concientización y desestimar la multa o sanción.