SITUACIÓN DE CALLE
La "casa del arbusto" fue tirada abajo: la podaron
Allí, en Félix San Martín y Bahía Blanca, vivía un indigente llamado Manuel. El lugar fue limpiado.Manuel vivía en un arbusto, en una esquina céntrica de la capital neuquina. Su "casa" ha sido tirada abajo: el arbusto fue podado. Las cosas que él usaba para intentar no tener frío, o guarecerse del viento o de la lluvia, y para dormir, tampoco están. No se sabe qué pasó con él, ni dónde está.
El miércoles 27 de octubre, la periodista de Prima Multimedios, Jorgelina Reyente; pudo hablar con el hombre de 34 años. Contó que en febrero de este año, había salido de la cárcel, y que estuvo encerrado en General Roca por causas de robo. Mencionó que tuvo “malas juntas” y que hizo “cosas que no debía”.
Manuel es oriundo de Allen y comentó que no se habla con su familia. Su madre, murió hace tres años atrás. Hace un mes y medio, decidió vivir un arbusto ubicado en la intersección de Félix San Martín y Bahía Blanca.
En este tiempo, la gente pasó por ese lugar. Algunos lo vieron, otros no. Principalmente, nadie le habló, hasta aquella tarde en la cual las cámaras de 24/7 tomaron imágenes de ese sector: el que él eligió como “casa”.
Completamente oculto, tenía allí una bolsa con pan. Dijo que era su alimento del día. También tenía cartones y mantas. La lona de arpillera y un poco nylon lo ayudaban, según afirmó, “para dormir mejor”. Para tener un poco de plata, hacía “changas”, como limpiar veredas.
Se publicó una nota en Mejor Informado. Hablaba de una situación completamente inusual… Si bien hay muchas personas en situación de calle, el lugar que había elegido Manuel, para dormir por las noches en la capital neuquina; era un arbusto. Fue en un lugar céntrico: la esquina de Félix San Martín y Bahía Blanca.
Hoy, 6 de noviembre, el arbusto no está, y Manuel tampoco. El arbusto fue podado y sus cosas desaparecieron. Su inusual caso comparte características con tantos otros: sin vivienda, sin trabajo, sin familia, sin contención. Hablamos con quienes suelen caminar por esas calles. Nadie sabe dónde está Manuel, dónde dormirá, o quién lo ayudará.