Pandemia, conflictos, carencias: un combo peligroso

Ha pasado un año desde el inicio de la pandemia que cambió la realidad en muchos aspectos de la vida cotidiana, y las consecuencias se sienten fuerte en tres de sus patas, que hoy tambalean y no van a ritmo, pero que se necesitan mutuamente: La salud, la economía, y el recurso humano (la gente). 

En la provincia de Neuquén el contexto de las últimas semanas muestra un creciente conflicto con diferentes actores. Por un lado un sector de autoconvocados de Salud que mediante paros, cortes de puentes y rutas, y manifestaciones en el centro capitalino, viene mostrando su descontento con lo acordado por el Gobierno con los sindicatos que, al día de hoy, tienen personería gremial como ATE y UPCN: un aumento en un principio del 12%, que luego fue del 15%. Misma situación denuncian desde el sector de enfermeros (SEN) y los profesionales nucleados en Siprosapune, quienes aducen que pueden sentarse en la mesa a negociar, avalándose en la jurisprudencia de un convenio firmado en el año 2013 con el Estado neuquino.

Desde el Gobierno en tanto, la respuesta llegó con la orden de que se hagan descuentos y se inicien sumarios a quienes se sumen a las protestas, en una circular firmada por el subsecretario de Salud, Alejandro Ramella. Al conocerse esta situación, desde el sector de trabajadores ya se está analizando un corte de ruta durante 3 días para Semana Santa.

Lo cierto es que desde los hospitales neuquinos se denuncia una situación de colapso. Porque al casi 90% de ocupación de camas de cuidados intensivos producto del Coronavirus, se le suma la renuncia de la mitad de sus terapistas, quienes además presentaron un recurso de amparo al respecto, y esta situación se ve agravada también con el paro de los enfermeros. 

"Cada dos camas de terapia tiene que haber un enfermero. Si hay un enfermero menos, hay dos camas menos en terapia", explicó hace unos días en AM550, Carolina Ubaldini, abogada de los terapistas del hospital cabecera neuquino.

Marco Campos referente de los autoconvocados del Hospital Castro Rendon dijo hoy en la marcha realizada en las calles neuquinas que solicitan urgente una respuesta contundente del Gobierno. Aumento salarial, mejores condiciones laborales, la reapertura de una mesa de negociación, el pase a planta permanente de los trabajadores que sostuvieron la salud en la pandemia, y una exigencia antes del aumento de contagios que se repite, en este caso en la voz de Julieta Katcoff, referente de la Secretaría de Mujeres del mismo nosocomio: "La ministra Peve y el propio presidente Fernández anunciaron que se viene una segunda ola, y de esta manera no están dadas las condiciones para brindar la calidad de atención que la comunidad merece" dijo.

"Hay récord de producción de petróleo, entonces plata hay pero no se quiere destinar a la salud pública" denunció Katcoff.

En otros nosocomios regionales, como el Hospital Bouquet Roldán, la preocupación también se hace visible. Desde allí aducen que la situación ante la inminente oleada de casos, y con el conflicto de salud actual, puede complicarse aún más. En ese nosocomio, según cuentan "los servicios están asegurados por ahora. Los equipos sanitarios pusieron el cuerpo y todo en esta pandemia. Y obvio que las cuestiones económicas afectan. Un reconocimiento justo sería un buen gesto. No sabemos si es posible porque no estamos en política. Estamos en brindarnos a la comunidad y esto debe ser reconocido" reconoció una alta fuente del centro de salud.

En el Hospital Heller, en tanto, se supo que hubo una recuperación en las camas de internación, pero debido al conflicto con los enfermeros aún no se pudo habilitar el sector Covid. 

Mientras tanto, y como si fuera poco, hay una pandemia ahí afuera, cuya única solución a mediano (o largo) plazo es que lleguen al país y región lo más rápido posible nuevas remesas de vacunas para prevenir a la población del contagio, la enfermedad grave y la muerte. Y decimos única solución, porque el cuidado de la sociedad ante los "nuevos hábitos, usos y costumbres" parece haberse perdido en el tiempo.

La vacunación en Neuquén lleva un buen ritmo, tal es así que, según anunció hoy el gobernador Gutiérrez, ya se ha inoculado al 30% de la población objetivo (el 8% de la población total de la provincia), incluyendo adultos mayores, ciudadanos de riesgo, trabajadores de salud, docentes, y personal estratégico. Según se informó hoy también, en el transcurso del fin de semana llegarán a la provincia 4.800 nuevas dosis de Sputnik V, que servirán para continuar con el operativo.