Compró un auto robado y ahora deberán indemnizarla

La Justicia condenó al revendedor de un auto a devolver el valor del auto y además indemnizar a la compradora, que debió sufrir un proceso penal al intentar realizar la verificación policial obligatoria para inscribir el vehículo a su nombre.

El auto en cuestión, un Fiat Uno 1.3 MPI, fue comprado por una cipoleña de buena fe hace un par de años. Luego de probarlo y quedar conforme con el estado del vehículo, acordó un precio de 55 mil pesos que fue abonado en efectivo. Durante la operación se firmó sólo un boleto de compra y venta y el vendedor entregó el título de propiedad y la tarjeta verde, necesaria para poder circular.

El problema surgió cuando los nuevos propietarios intentaron poner el auto a su nombre. En el Registro del Automotor le solicitaron para iniciar los trámites la presentación del formulario 12, que es la verificación policial. Al llevar el vehículo a la planta policial, los uniformados detectaron que los números del motor habían sido adulterados, por lo que inmediatamente el Fiat Uno quedó secuestrado y se inició una causa judicial a la persona que lo llevó a verificar.

También se detectó que las grabaciones de los cristales también habían sido modificadas, y hasta se logró comprobar que los números anteriores de la luneta pertenecían a un auto de igual modelo que había sido robado en Buenos Aires. De inmediato el Fiat Uno quedó secuestrado por decisión de la Justicia.

Sin el auto y luego de ser sobreseída en el proceso penal en su contra, lo que le provocó una gran angustia, la mujer inició una demanda civil contra el revendedor del vehículo. La Justicia resolvió favorablemente y lo condenó a pagar 227.626,45 pesos en concepto de devolución del capital, más intereses y una indemnización por el daño moral.

“Puesto que el demandado no era el dueño del automotor al momento de celebrarse el contrato, previo a entregarlo a la actora debió cerciorarse mediante la verificación policial que se encontrara en condiciones de ser transferido registralmente. No habiéndolo hecho, y ante las adulteraciones posteriormente constatadas en el rodado, resultó imposible la inscripción del bien a favor de la adquirente, como así también su uso en razón de haber sido secuestrado. Quedando entonces comprobado el incumplimiento del compromiso del vendedor con efecto resolutorio”, se consigna en la sentencia.

Es importante aclarar que en Río Negro no es obligación que los vendedores de autos entreguen el formulario 12 junto con el resto de los papeles del vehículo, a diferencia de Neuquén donde esta regulado que debe ser un requisito del que si deben hacerse cargo.