SON 6 MIL TRABAJADORES
Petroleros anunciaron el retiro y luego hubo marcha atrás
La mediación de Alberto Weretilneck sirvió para destrabar el conflicto por las vacunas de CovidLa intervención del ex gobernador y actual senador Alberto Weretilneck fue precisa y el paro anunciado por el sindicato de Petróleo y Gas Privado desde las 6 de la mañana fue desactivado. La promesa es que el ministro Fabián Zgaib y la secretaria de Energía, Andrea Confini recibirán a los equipos técnicos del gremio para poder acordar de qué manera se incluirá al personal petrolero rionegrino en el plan de vacunación ya diagramado.
Con la precisión de años de política y negociaciones, Weretilneck llamó al pope petrolero Guillermo Pereyra, a quien debió convencer de que las declaraciones de Zgaib sobre la no modificación de los calendarios de vacunación para priorizar a los casi 6 mil trabajadores petroleros rionegrinos, había sido mal interpretada, y que el acuerdo logrado durante la tarde del martes con la gobernadora Arabela Carreras, se mantenía.
Luego de varios minutos de diálogo, en el que Pereyra también manifestó su disconformidad por el trato e hizo valer los recursos que el sector le genera a Río Negro, finalmente acordaron una reunión en Cipolletti, a donde irán los equipos técnicos del Sindicato y serán recibidos por Confini y Zgaib, ambos alfiles políticos de Weretilneck en el gabinete de Carreras.
El paro, que tenía la figura de retiro sanitario, fue provocado por diferencias entre la gobernadora y su ministro de Salud, heredado de la gestión anterior. Ante la importante incidencia de la segunda ola de coronavirus en los trabajadores del sector, el gremio acordó la incorporación de los trabajadores en el plan de vacunación. Sin embargo Zgaib se negó a modificar los cronogramas y menos a darle prioridad a lo spetroleros.
Los contrapuntos entre Carreras y Zgaib se repiten. El caso más cercano ocurrió la semana pasada cuando el roquense ligado a Weretilneck anunció que el gobierno rionegrino estaba dispuesto a comprar vacunas de forma directa, pero pocas horas después la gobernadora lo desmintió y salió a bancar la política de inoculación del gobierno nacional.
El acuerdo entre Carreras y Pereyra se había ratificado por videoconferencia y el Sindicato había anunciado que todos los trabajadores del sector que vivan en Río Negro podían ser vacunados. Es más, aseguraron que no habría diferenciación por edades y que las mismas empresas estaban en condiciones de colaborar con la campaña de vacunación petrolera con lugares y personal sanitario que cumple funciones en los campos.
Pero todo se cayó cuando Zgaib confirmó que el plan de vacunación continuaría de la manera que estaba prevista y que los petroleros no tendrían prioridad por sobre trabajadores de otro sector. Luego llegó la reacción de los petroleros, bajo la figura de un retiro para aislarse preventivamente.
De acuerdo con las estadísticas plasmadas en el presupuesto del año pasado, el promedio mensual de ingresos a Río Negro por la actividad hidrocarburífera rondaba los 350 millones de pesos por mes, por lo que un día de paro -a valores de 2020- supera los 11 millones de pesos, que claramente incide en más en los presupuestos de los 9 municipios considerados productores de petróleo y gas, quienes reciben el 15% de todo lo recaudado por la actividad se coparticipa.