El intenso temporal que azotó la zona de Bahía Blanca pasó antes por el Valle Medio y provocó daños millonarios en la producción. La lluvia y el granizo caído generó un panorama desolador entre los chacareros, que perdieron gran cantidad de fruta, a casi un mes del comienzo de la cosecha de pera y a sólo unas semanas de la recolección de durazno y ciruelas.
Aún no hay datos oficiales que permitan cuantificar el daño producido por el granizo, pero por el tamaño de la piedra -que algunos comparan con el de un huevo- y la cantidad, se puede calificar como pérdidas millonarias. Desde el Ministerio de Producción no sé animaron a hacer algún tipo de análisis por enorme extensión afectada.
De acuerdo con algunos relevamientos informales, los daños se extendieron desde Chimpay y Belisle hasta Lamarque. El presidente de la Cámara de Productores de Valle Medio, Juan Oller, se mostró preocupado por lo que generó el temporal de lluvia, viento y granizo. Los daños en las plantas y en los frutos son importantes y ya no puede tener como destino los mercados internacionales.
Desde mañana se empezarán a recibir las declaraciones juradas de los productores con un detalle de las hectáreas afectadas. Por la época del año, es imposible recuperar algo de la producción porque la fruta de carozo ya tiene el tamaño y sólo falta maduración para comenzar la cosecha en unos pocos días. En tanto que la pera tiene fecha entre el 15 y 20 de enero, y para febrero queda la de manzana.