Indignante: empujaron la ambulancia para que arranque

La descompensación de un hombre fue el motivo por el que la ambulancia del hospital público llegó al barrio y captó la atención de todos los vecinos. Por su estado de gravedad al sufrir un infarto, el enfermero le dio la orden al chofer de iniciar el traslado, pero una vez que subieron la camilla y cerraron las puertas de la Fiat Ducato, el motor permaneció mudo. Entonces los jóvenes que estaban en la calle decidieron colaborar y empujaron varios metros hasta que el vehículo de emergencia pudo ser puesto en marcha.

El hecho sucedió cerca de las 16 en General Enrique Godoy, una localidad del Alto Valle ubicada a unos 10 kilómetros al oeste de Regina. Como en todo procedimiento de emergencia, la ambulancia fue convocada y llegó a los pocos minutos con las sirenas colocadas. La situación captó la atención de varios vecinos del hombre y otros que por curiosidad se acercaron al lugar.

Una vez que fue identificada la dirección, Mariano Moreno al 300, del vehículo de emergencia descendieron dos personas el chofer y un enfermero. Este último fue quien comenzó con las preguntas de rigor y pudo constatar que el hombre sufría un infarto, por lo que le dio indicaciones a su compañero para bajar la camilla y comenzar el traslado correspondiente.

Con ayuda de varias personas, lograron colocar la camilla en la parte trasera, pero lo que iba a ser una salida veloz en procura de salvarle la vida al hombre, no pudo ser. Es que la Fiat Ducato destinada por el Ministerio de Salud para el hospital Mariela Romero de la localidad, no quería arrancar.

Ante la mirada atónita de sorpresa de los vecinos y curiosos, el chofer intentó nuevamente, pero los esfuerzos fueron en vano. porque el utilitario bastante maltrecho por fuera, también tiene serios problemas en su funcionamiento mecánico, por lo que el empleado hospitalario debió gritarle a uno de los jóvenes que estaban a un costado: "¡me pueden dar una manito, no arranca!".

Es más, alguien levantó el capot y vio los bornes de la batería absolutamente sueltos y decidió pegarle con una piedra hasta que recuperó el contacto. Esta maniobra estiman que puede haber demorado más de 15 minutos. Incluso un médico que circunstancialmente estaba en el barrio llegó corriendo para tratar de ayudar con la atención del paciente.

Ante el estado de gravedad del paciente, las personas que estaban en el sector no lo dudaron ni un instante y se ubicaron en la parte de atrás de la ambulancia y comenzaron a hacer fuerza. A los pocos metros, la Ducato largó una bocanda de humo y se escuchó el complicado ronronear del motor. Al mismo tiempo quedaron mirando al horizonte como la ambulancia levantaba polvo al circular a toda velocidad por las calles enripiadas de Godoy.

La indignación de los vecinos creció de manera exponencial cuando se enteraron que la derivación urgente al hospital de Regina no había sido exitosa y que el hombre infartado murió pocos minutos después. Las preguntas entre las personas del barrio fueron recurrentes y giraban en derredor del traslado y la demora sufrida por el problema de arranque de la ambulancia.

También se escucharon críticas con respecto a la atención del hospital local, que funciona como una salita de atención primaria, ya que sólo cuenta con médico en horarios diurnos y en días hábiles, en tanto que durante los fines de semana y de noche, sólo permanece una guardia mínima con un enfermero y un chofer, que son quienes quedan a cargo de las atenciones de emergencia y los traslados en la ambulancia.