El lunes 18 Camila Malén Alonso y su mamá llegaron de prisa al basural de Villa Regina. Les habían avisado que había tres perritos abandonados. Sin embargo esto no era todo, ya que un incendio los tenía bajo amenaza.
Sin vacilar un segundo, emprendieron el viaje y salvaron a los hermanitos antes de que sean alcanzados por las llamas. Cuidaron de ellos, los enviaron al veterinario y dos pudieron ser adoptados. Pero la condición del tercero era muy grave, y allí comenzó una nueva lucha. El pequeño se llama Amor, así lo bautizó ella. Luego de varios días de estar internado en Neuquén, este martes pudo volver a casa.
Camila es una guerrera que siempre se ha destacado por su amor a los animales. Para salvar a Amor viajó hasta una veterinaria de Neuquén y ahora está juntando el dinero que gastó en los tratamientos para el perrito.
La lucha de Camila para salvar a Amor
“Le habían dado aviso a mi mamá por unos cachorros abandonados en el basural. Inmediatamente los fuimos a buscar, cuando llegamos estaban peor de lo que imaginábamos. Plagados en garrapatas, deshidratados, acalorados, muertos de hambre, con parásitos, anémicos. Los llevamos a casa para bañarlos mientras encontrábamos veterinaria”, contó la joven.
Si bien dos pudieron recuperarse rápido, Amor estaba mucho más grave.
Camila lo veía muy decaído y esto la apenaba mucho. Incluso pidió oraciones en sus redes sociales por el perrito para que se recuperara. Tenía su cara hinchada por una mordida y estaba infectada.
Cuando llegaron a una veterinaria de Neuquén el pronóstico era desalentador. Los veterinarios le dijeron que debía quedar internado ya que había riesgo de muerte.
Muy acongojada, ella no perdió la esperanza. Al día siguiente el pequeño comenzó a mostrar signos de recuperación y al ver a su salvadora, solo movía la colita. Esto animó a Camila.
Ayer finalmente le dieron el alta y deberá seguir con cuidados pero ya en la comodidad de su casa en Regina.
La joven pasó de estar llorando todo el día hasta sonreír de felicidad.
“Como lo digo siempre: vale la pena salvar a quien necesita ser salvado. En Salvando 4 Patas somos solo dos, mi mamá y yo. Con la ayuda de mi familia y de ustedes porque ustedes son parte de todo esto que se logra”, expresó a todas las personas que la ayudaron.
Una colaboración para pagar las atenciones
Si bien el perrito ya está mucho mejor, a Camila aún le queda por pagar una deuda de más de 600 mil pesos en la veterinaria por todas las atenciones. Aquellos que deseen colaborar pueden hacerlo al alias: salvando4patas.