La pobreza y la indigencia en Argentina alcanzaron niveles alarmantes en el primer trimestre de 2024, según el Observatorio de Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (ODSA-UCA). El informe señala que el 54,9% de la población es pobre y el 20,3% es indigente, cifras basadas en los microdatos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) publicados por el Indec. Esta situación refleja un deterioro significativo en la calidad de vida de millones de argentinos, y las provincias de Neuquén y Río Negro no son la excepción.
A nivel regional, los datos del informe revelan diferencias significativas entre las distintas áreas del país. Mientras que la región de Gran Resistencia, Chaco, presenta la tasa de pobreza más alta con un 79,5% y una indigencia del 38,6%, las provincias patagónicas muestran cifras menos extremas pero igualmente preocupantes.
En la región de Viedma-Carmen de Patagones, la pobreza se ubica en un 57,1%, posicionándose entre las diez áreas urbanas más afectadas del país. La indigencia en esta región es del 13,6%, una cifra alta pero inferior a las de las zonas más golpeadas.
Por otro lado, la región de Neuquén-Plottier muestra una tasa de pobreza del 36,6%, situándose entre las áreas con menor incidencia de pobreza en el país. No obstante, la indigencia en esta región alcanza el 14%, superando ligeramente a Viedma-Carmen de Patagones y reflejando la difícil situación económica que atraviesa en general el país.
El informe destaca que la pobreza en Argentina mostró un incremento significativo en el último año. En el cuarto trimestre de 2023, la pobreza era del 45,2% y la indigencia del 14,6%. La comparación con los primeros tres meses de 2023, cuando las tasas eran del 38,7% y 8,9% respectivamente, revela un aumento considerable que tuvo lugar antes de finalizar el año. Este deterioro se atribuye a diversas causas, entre ellas las devaluaciones y su impacto en los precios, que no fueron acompañadas por incrementos salariales proporcionales.
Las devaluaciones en los precios, uno de los factores
El economista Martín González Rozada, de la Universidad Torcuato Di Tella, precisa que utilizando los microdatos de la EPH del primer trimestre de 2024, la pobreza del semestre octubre 2023-marzo 2024 se estima en un 50%.
El ODSA-UCA atribuye el aumento de la pobreza e indigencia a varios factores, siendo el impacto de las devaluaciones en los precios uno de los principales. La reducción del consumo en diciembre de 2023 agravó la recesión, disminuyendo la demanda de bienes y servicios, especialmente en el sector informal. Esta situación afectó tanto a trabajadores asalariados formales, cuyas remuneraciones no lograron seguir el ritmo de la inflación, como a los trabajadores informales y jubilados con ingresos mínimos, empujándolos a la indigencia.