Lunes: un arranque engañosamente perfecto
La semana comienza con una postal soñada: cielo despejado, aire tibio y una máxima que coquetea con los 23°C. Ideal para empezar a guardar el abrigo y desempolvar las gafas de sol.
Pero atención: en el horizonte se asoma “él”. Ese invitado no deseado que siempre aparece cuando uno más lo disfruta. El viento empieza a mover las cortinas del Valle con ráfagas que podrían alcanzar los 59 km/h durante la tarde.
Martes: el día más lindo… y más traicionero
Será el más cálido de la semana. El termómetro subirá hasta los 27°C, el cielo se mostrará casi despejado y el aire tendrá ese perfume de primavera que todos esperaban.
Sin embargo, lo que comienza como un día glorioso, puede terminar con caras de fastidio: el viento soplará desde el sudoeste con ráfagas que rondarán los 50 km/h. El enemigo invisible se cuela cuando nadie lo llama.
Miércoles: el aire cambia de humor
El miércoles trae consigo un leve respiro térmico. Las máximas bajan a 24°C, pero el protagonista absoluto sigue siendo el de siempre: ráfagas que insisten, entre 51 y 59 km/h, arruinando planes y despeinando ilusiones.
Aun así, el día promete ser templado, sin lluvias y con momentos de sol que se roban miradas entre nubes pasajeras.
Jueves: calma aparente, rugido constante
El viento no se va, pero baja un poco la intensidad. Las temperaturas se mantendrán entre 10°C y 24°C, con un cielo más estable. Es uno de esos días que engañan: parece tranquilo, pero el zumbido persistente del aire recuerda quién manda en la Patagonia.
Viernes: vuelve el sol y la sonrisa
El viernes recupera el brillo. Las máximas rondarán los 23°C y el viento, por fin, empezará a soltar su dominio. El clima ideal para cerrar la semana con un poco de optimismo y soñar con un fin de semana amable.
¿Durará la tregua? Spoiler: no del todo.
Sábado: un cierre tibio, pero no del todo en paz
El sábado amanece fresco (mínima de 11°C) y promete una tarde agradable. El viento se aleja, pero deja su huella. Las calles se llenan otra vez de vida, aunque todos miran de reojo el horizonte, sabiendo que “él” nunca se va por mucho tiempo.
En el resto de la provincia
Zona centro: sol, polvo y ráfagas con carácter
En el corazón neuquino, el viento también marca la agenda. Las temperaturas oscilarán entre 19°C y 20°C a comienzos de semana, pero el miércoles el aire frío se hace notar. Ráfagas de hasta 69 km/h y máximas de apenas 17°C.
Hacia el viernes, la calma parcial vuelve junto con cielos algo más despejados y un modesto repunte térmico.
Zona norte: el paraíso efímero
El norte provincial arranca con condiciones casi perfectas: 22°C a 23°C, sol pleno y aire seco. Pero, como siempre, la historia cambia hacia el miércoles.
El viento se cuela desde el oeste con ráfagas intensas, y las máximas caen a 18°C. Recién el viernes vuelve la tranquilidad, con un amanecer frío y una tarde templada que invita a disfrutar.
Zona sur: donde el viento se enamora de las montañas
En el sur neuquino, la historia es otra: nubosidad, chaparrones y ráfagas que rozan los 70 km/h. Desde el martes, las lluvias se harán presentes y el frío no dará tregua.
Recién hacia el viernes y sábado el sol asomará entre las nubes, con un leve ascenso de temperatura. Un alivio tímido, pero bienvenido.
El innombrable
Nadie lo nombra, pero todos lo sienten. Esta semana, el viento vuelve a recordarnos que en Neuquén el clima puede ser una caricia o una bofetada. El calor se instala, las tardes invitan al disfrute… pero el murmullo del aire nunca deja de estar.
Una semana primaveral con sabor a verano, custodiada —una vez más— por el guardián más temido del cielo patagónico.