Un dato que estremece
Los controles de tránsito realizados durante el fin de semana largo en Neuquén capital dejaron un balance alarmante: 56 vehículos retenidos, de los que 25 fueron alcoholemias positivas.
Entre todos los casos, hubo uno que encendió las alarmas. Un motociclista circulaba por Ruta 22 y Linares con 2.58 gramos de alcohol en sangre, el valor más alto del año. Apenas podía mantenerse en pie.
El Subsecretario de Medio Ambiente y Protección Ciudadana, Francisco Baggio, relató en AM550 que el joven fue detectado “gracias a un operativo conjunto con la Policía, mientras un grupo de 30 personas realizaba tareas de limpieza sobre la ruta”.
“Estuvo muy cerca del coma alcohólico”
Baggio explicó la gravedad del episodio con crudeza:
“El límite del alcoholímetro es 3, y este conductor marcó 2.58. Estuvo cerca de anular el dispositivo. Ese valor es casi incompatible con la vida. No podía bajarse de la moto, no podía caminar y balbuceaba. Tuvimos que llamar a un familiar para que lo retire”.
El funcionario aseguró que la situación “pudo haber sido una tragedia” y aclaró que "había 30 personas limpiando la zona, y este conductor zigzagueaba sin control. Si no lo parábamos, no sabemos qué podía haber pasado”.
Una estadística que duele
El operativo se desplegó entre el jueves y la madrugada del domingo, con la participación de 60 inspectores, Tránsito Motorizado y la Policía de Neuquén.
De los 56 vehículos retenidos, 29 fueron motos y 27 autos. La mitad de los casos correspondió a conductores alcoholizados.
“Nos entristece ver tanta imprudencia. Trabajamos mucho para concientizar, y estos resultados nos tiran para atrás”, lamentó Baggio.
El esfuerzo detrás de la prevención
Desde el municipio destacaron que los controles se realizan para “reducir la siniestralidad y reforzar la conciencia sobre los riesgos del alcohol al volante”.
Baggio recordó el trabajo de organizaciones que impulsaron la ley de alcoholemia cero:
“Estrellas Amarillas y otras asociaciones batallaron en los ámbitos legislativos para que se apruebe la alcoholemia cero, no fueron los políticos, fueron ellos”.
Una batalla que se libra cada fin de semana
Cada operativo vial revela el mismo patrón: imprudencia, consumo de alcohol y desinterés por la vida ajena.
En esta ocasión, Neuquén evitó una tragedia por segundos. Pero la pregunta sigue flotando: ¿Hasta cuándo se va a naturalizar que alguien conduzca ebrio? Porque esta vez hubo suerte. La próxima, quizás no.