El tabaquismo sigue siendo una de las principales causas de muerte en la Argentina, con 44.000 fallecimientos anuales atribuidos al consumo de tabaco, según datos que mencionó Gianella Severini, abogada especialista en salud pública, durante una entrevista en el programa “La noche cae, la radio se enciende”, que se transmite por AM550.
“La situación es alarmante. Se cree que el problema del tabaquismo ya está resuelto, pero la industria tabacalera continúa buscando nuevas formas de captar consumidores, sobre todo entre los jóvenes”, explicó. También advirtió que, aunque la prevalencia del consumo bajó del 35 al 25 por ciento en los últimos años, “todavía estamos muy lejos de resolver esta problemática”. Señaló que las tabacaleras “introducen productos disfrazados de moda o tecnología que son igual de adictivos”, y que incluso “venden la supuesta solución al problema que ellas mismas generan”.
La especialista remarcó que Argentina aún no ratificó el Convenio Marco para el Control del Tabaco, un acuerdo internacional firmado por 182 países que establece estrategias globales para reducir el consumo y los daños asociados. “Nuestro país no forma parte de la mesa donde se discute cómo enfrentar a una industria multinacional que opera en todo el mundo”, sostuvo.
Respecto a la prohibición del cigarrillo electrónico en Neuquén, Severini recordó que esa medida rige a nivel nacional desde 2011 por decisión de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT). “No hay evidencia científica sobre sus efectos a largo plazo, pero sí se sabe que contienen nicotina y generan adicción. Muchos de estos dispositivos tienen más nicotina que un paquete entero de cigarrillos”, explicó.
Además, cuestionó las estrategias de marketing que apuntan al público adolescente: “La industria utiliza influenciadores, redes sociales y diseños atractivos para captar nuevos consumidores. Es una forma de publicidad encubierta y peligrosa”. Consideró necesario mejorar el cumplimiento de las leyes vigentes, especialmente las que prohíben fumar en espacios cerrados. “De nada sirve una buena ley si no se fiscaliza. Hay que fortalecer los mecanismos de control”, subrayó.
Finalmente, la especialista en derecho a la salud planteó que la respuesta al tabaquismo debe ser multisectorial: “No alcanza con una ley. Se necesita un Estado presente que regule, fiscalice y promueva entornos saludables, donde las personas puedan elegir con libertad y sin la presión constante de una industria que busca mantener la adicción”.