En el corazón de Neuquén capital, este jueves se puso en marcha un sistema de salud que marca un antes y un después para la región. Se trata del flamante Centro de Monitoreo de Emergencias (CME) y de ocho Unidades de Terapia Intensiva Móvil (UTIM) que ya empezaron a recorrer los caminos de Vaca Muerta.
La novedad no solo impacta por la magnitud de la inversión, sino por el concepto: un servicio diseñado para dar respuestas inmediatas en un territorio complejo, donde las distancias y la actividad laboral exigen rapidez y precisión cuando se trata de emergencias.
Cómo funciona el Centro de Monitoreo
Ubicado en el edificio de la Mutual MEOPP, el CME opera con tecnología de vanguardia. Desde allí, un equipo médico especializado sigue en tiempo real el estado de cada paciente que ingresa al sistema. El monitoreo incluye imágenes de la ambulancia, del recorrido y de los signos vitales, lo que permite coordinar derivaciones sin pérdida de tiempo y con el apoyo de profesionales conectados a distancia.
El espacio también cuenta con una sala de reuniones crítica, diseñada para casos complejos en los que se necesita sumar especialistas de distintos puntos del país. La conectividad permanente es la clave: nada queda librado al azar cuando cada minuto importa.
Ambulancias que no tienen comparación
Las ocho UTIM son verdaderas terapias intensivas sobre ruedas. Incorporan desfibriladores bifásicos, ventiladores pulmonares portátiles y fijos, camillas de última generación y un sistema eléctrico reforzado para sostener equipos de alta demanda.
Una de ellas merece mención aparte: se trata de una ambulancia neonatal única en América Latina, especialmente equipada para traslados de recién nacidos críticos. Su incubadora de doble pared con humidificación controlada y saturometría avanzada permite garantizar la mejor atención desde el primer minuto de vida.
Más que un recurso gremial
El nuevo sistema está pensado para los afiliados y sus familias, pero también se abre al conjunto de la comunidad. La lógica es clara: en un lugar como Vaca Muerta, donde miles de trabajadores desarrollan tareas todos los días, la salud y la seguridad exceden cualquier límite sectorial.
La puesta en marcha de este dispositivo no solo fortalece la red sanitaria de la cuenca neuquina, sino que mejora directamente las condiciones en que los trabajadores enfrentan su actividad diaria. Tener respaldo médico de última generación en rutas extensas y de difícil acceso significa tranquilidad para ellos y para sus familias.
Un modelo que puede contagiar
El paso dado en Neuquén muestra que la innovación tecnológica aplicada al cuidado de la vida es posible y concreta. La articulación entre trabajadores, empresas y la organización gremial permitió materializar un proyecto que eleva la vara de lo que significa proteger a quienes mueven la economía de la región.
Lejos de ser un anuncio aislado, este sistema inaugura una etapa en la que los recursos vuelven a los propios trabajadores y, al mismo tiempo, se multiplican en beneficio de toda la comunidad.
Porque, en definitiva, detrás de cada pozo, cada herramienta y cada jornada en Vaca Muerta, lo más valioso sigue siendo la vida.