El frío, el viento y la nieve no fueron suficientes para vencerlos. Dos jóvenes andinistas de San Martín de los Andes fueron rescatados con vida este viernes en el volcán Lanín, luego de pasar más de doce horas extraviados en la ladera sur, una de las zonas más exigentes y técnicas de la montaña.
“Han sobrevivido porque son chicos fuertes, de la montaña, criados en este clima. Están entrenados y saben moverse en condiciones difíciles”, explicó al programa Entretiempo por AM550, Claudio Ricci, integrante de la Comisión de Auxilio de San Martín de los Andes, que participó del operativo coordinado junto a Parques Nacionales, Gendarmería, bomberos y voluntarios.
Los primeros en visualizar y contactar a los escaladores fueron guías de la AAGM (Asociación Argentinas de Guías de Montaña), quienes confirmaron que ambos estaban con signos de hipotermia, pero conscientes. Minutos más tarde, un helicóptero realizó la extracción mientras el SIEN brindaba la primera atención y estabilización. Finalmente, los andinistas fueron trasladados en ambulancia al Hospital de Junín de los Andes para continuar su recuperación.
Los jóvenes, de 22 años, pasaron la noche sin refugio, a más de 2.500 metros de altura. Uno de ellos fue encontrado con principios de hipotermia, pero ambos se recuperan sin lesiones graves en el hospital local. “A esa altura, con ese clima, sobrevivir así solo es posible si sabés lo que hacés. Son chicos curtidos, acostumbrados al frío, al esfuerzo físico, a esquiar mojados. Eso los salvó”, añadió Ricci, quien integra esta comisión de auxilio, conformada por un grupo de voluntarios donde hay médicos, enfermeros, bomberos, rescatistas, guías de montaña bajo la administración del club Lacar de San Martín de los Andes.
El rescate se desarrolló en una zona no habilitada y de alto riesgo, con nevisca, fuertes vientos y baja visibilidad. La complejidad del terreno y las condiciones meteorológicas extremas convirtieron esta operación en una verdadera hazaña de precisión y trabajo en equipo.
Recordó que el ascenso por la ladera sur del Lanín “no es una ruta habilitada por Parques Nacionales” y que requiere una capacidad técnica importante: “No es que sea más peligrosa, pero sí más exigente. Para subir por ahí hay que conocer la montaña y tener entrenamiento. Estos pibes la tenían”, afirmó.
Ricci contó que el rescate activó un amplio despliegue coordinado: “Parques Nacionales tiene su grupo de emergencia, con baqueanos y personal entrenado, y luego nos sumamos nosotros, la Comisión de Auxilio. Somos guías de montaña, enfermeros, bomberos, gente que ama esto y trabaja de manera voluntaria”.
También intervino un helicóptero privado de la empresa Ibex, que pudo operar gracias a una ventana climática favorable. “El helicóptero estaba en la zona por casualidad, y eso ayudó mucho. Pero lo importante es que cuando alguien está en riesgo, todos salimos. Acá jamás se abandona a nadie en la montaña”, remarcó.
El experimentado rescatista recordó otros episodios trágicos que marcan la memoria del Lanín: “En la cara norte ha habido muchos accidentes, incluso de corredores experimentados. En los ’90 desapareció una persona en la sur y nunca fue encontrada. Por eso, cuando se logra un final feliz como este, es una enorme alegría para todos”.
Ricci dejó una reflexión que resume la filosofía del montañismo: “En la montaña, la cumbre no es el final del recorrido, es menos de la mitad. La mayoría de los accidentes ocurren bajando, por el agotamiento. Estos chicos tuvieron fuerza y cabeza. Eso marca la diferencia entre la tragedia y el regreso a casa”.
Los dos jóvenes permanecen bajo observación médica, y su historia ya se cuenta como una de supervivencia, temple y amor por la montaña.