La jornada electoral de medio término en Río Negro transcurre con una participación ciudadana visiblemente baja, en sintonía con el promedio nacional informado por la Justicia Nacional Electoral, que apenas alcanzó el 23% del padrón al mediodía. En la provincia, el panorama se repite con matices regionales, pero bajo una constante: el desinterés generalizado y las condiciones meteorológicas adversas.
Cordillera y Línea Sur: entre la nieve y el desánimo
En la zona cordillerana, el día comenzó con cielo cubierto y temperaturas que no superaban los 7 grados. Bariloche, El Bolsón y Dina Huapi mostraron una escasa afluencia de votantes. En algunas escuelas, la participación apenas rozaba el 10%, mientras que en otras ni siquiera se alcanzaba ese umbral. La frialdad del clima pareció reflejarse en el ánimo ciudadano, donde la falta de épica popular por concurrir a las urnas se hizo sentir.
Más compleja aún es la situación en la Línea Sur. En sectores rurales, la nieve caída durante la mañana dificultó el traslado desde los campos hacia los centros poblados. La geografía extensa y las distancias, sumadas a las inclemencias del tiempo, configuraron un escenario poco propicio para el ejercicio democrático.
Alto Valle y Valle Medio: lluvia persistente y cifras moderadas
En el Alto Valle, el mayor conglomerado poblacional de la provincia, la lluvia fue protagonista. Cayó durante toda la noche y continuó de forma intermitente durante la mañana. A pesar de ello, al mediodía se estimaba una participación cercana al 25%, cifra que se repite en Valle Medio, con algunos puntos más en los pueblos más pequeños. Aunque algo superior al promedio nacional, los números siguen siendo bajos para una elección que define representaciones clave.
Viedma: leve repunte en la capital
La capital provincial mostró un leve repunte. En Viedma, al mediodía, la participación superaba el promedio del Alto Valle, lo que la posiciona como una de las zonas con mayor concurrencia en Río Negro, y podría alcanzar el 27%. Sin embargo, el entusiasmo sigue siendo limitado y la jornada se desarrolla sin grandes movilizaciones ni expectativas.
Una elección sin épica
Más allá del clima, lo que se percibe en cada rincón de la provincia es una falta de motivación colectiva. La convocatoria a las urnas no logró despertar el interés ciudadano, y el acto de votar se vive como una obligación más que como una celebración democrática. Las escuelas, lejos de ser centros de encuentro y decisión, se muestran desiertas y silenciosas. Situación que ocurre ante la implementación de la Boleta Única de Papel, que agiliza enormemente el proceso de entregar el DNI en la mesa, pasar a elegir detrás de un biombo y colocar la boleta doblada en la urna.
Pese al evidente desinterés, dirigentes de distintas fuerzas aseguran que se alcanzará el 60% de votantes, un número bastante bajo, peor muy por encima de la pobreza que se vio durante la mañana.