En pleno aniversario 122 de Cipolletti y con la campaña electoral en su tramo decisivo, el gobernador Alberto Weretilneck tuvo que correrse del festejo y hablar de lo que más ruido le genera en estos días: los gremios estatales le dieron la espalda a la propuesta salarial y el conflicto ya se le metió en la agenda de cierre. UnTER hará dos días de paro la semana próxima y ATE y UPCN también rechazaron la última pauta, dejando al oficialismo provincial frente a un escenario incómodo justo antes de las urnas. Además, el bloque de Juntos votó a favor de quitarle el beneficio del 0,2% de las cargas de justicia a SiTraJur
Ahora, el mandatario anunció que el próximo 9 de octubre habrá una nueva paritaria, a la que convocará a todos los sindicatos. La intención oficial es clara: reabrir el diálogo para bajar la tensión y mostrar que el gobierno no está cerrado a negociar. “Queremos continuar dialogando para buscar una solución que sea viable para la provincia y satisfactoria para los gremios”, insistió Weretilneck, aunque las palabras suenen repetidas frente a sindicatos cada vez más duros.
El trasfondo económico complica cualquier acuerdo. El propio gobernador reconoció que la recaudación provincial cayó un 13% en septiembre, una baja que atribuyó al impacto de las políticas nacionales sobre los ingresos locales. "Estamos atravesando una merma importante en la recaudación", admitió, y enseguida pidió "responsabilidad" a la hora de discutir salarios. En criollo: no hay plata suficiente para grandes aumentos.
La última paritaria, realizada el 1 de octubre en Viedma, terminó en portazo. Los representantes de UnTER, ATE y UPCN rechazaron de plano la oferta del Ejecutivo, que combinaba un 1% de incremento más sumas fijas de entre 10.000 y 20.000 pesos, según las categorías. En números concretos, el aumento representaba entre un 2 y un 4% en dos meses. Para los gremios, un “parche” que no alcanza a cubrir ni de cerca la inflación.
Los ejemplos sobran: un agente estatal de la categoría inicial, con un sueldo neto de poco más de 1 millón de pesos en septiembre, pasaría a cobrar en noviembre 42.000 pesos más. En el caso de los docentes, la mejora sería de entre 10.000 y 20.000 pesos según antigüedad, lo que se traduce en un 2,3% de suba bimestral. De ahí que el gremio mantenga las medidas de fuerza votadas en el Congreso.
Con este escenario, Weretilneck busca mostrar que no esquiva el conflicto y que volverá a sentar a los gremios en la mesa. Pero lo cierto es que la pelea salarial estalla en plena campaña, donde intenta incrustar entre ambos extremos de la grieta (Mieli-Kirchnerismo) a sus candidatos.
Préstamo por 50 mil millones
Mientras, el ministro de Hacienda, Gabriel Sánchez, termina de pulir los detalles del prestamo del agente financiero de la provincia, Banco Patagonia, por 50 mil millones de pesos, poco menos del 40% de la masa salarial mensual, con los fondos de coparticipación nacional como garantía y a devolver en 12 meses. Aún falta el OK del ministerio del Interior de Nación.
Según se pudo saber, se podrán utilizar para gastos corrientes tras el desembolso de 61.280 millones de pesos en septiembre, para el pago de la segunda cuota anual del Plan Castello, que dejaron reducidas las arcas del Estado.