Coronel Belisle vuelve a quedar en el centro del mapa campero. Este fin de semana será sede de la séptima y octava fecha del Campeonato Rionegrino de Jineteadas, el certamen que define quiénes llevarán la bandera provincial al histórico festival de Jesús María 2026. El campo abrirá temprano, desde las 8, con el movimiento criollo que suele despertar al pueblo entero.
La grilla viene cargada y con un plato fuerte que ya generó ruido en toda la Patagonia. Habrá una monta especial de revancha: Adrián Fernández, campeón patagónico, volverá a medirse con El Mal Amigo, el reservado de la familia Morales que dejó más de un cuadro rengo esta temporada. Los entendidos dicen que esta vez la cosa no termina igual.
Pero más allá del espectáculo, lo que está en juego es la clasificación. Con el campeonato entrando en su tramo final, cada punto vale oro para los jinetes que pelean un lugar en las tres categorías oficiales: Clina Limpia, Gurupa Surera y Bastos con Encimera. Las posiciones vienen apretadas y esta doble fecha puede acomodar, o desacomodar, destinos.
Belisle va a convertirse en ese punto de encuentro donde la tradición respira fuerte: las familias alrededor del mate, los caballos relinchando en los corrales y los apadrinadores preparando la cancha como si fuera una final del mundo. Cada fin de semana, el certamen rionegrino sostiene ese ritual que en muchos lugares del país ya es parte del folclore vivo.
El Gobierno de Río Negro acompaña la organización y el desarrollo del campeonato, reforzando una actividad que para miles de rionegrinos no es solo deporte: es identidad, es cultura y es un cable a tierra con la vida de campo que todavía late en cada jineteada.