A orillas del imponente Lago Gutiérrez, donde el silencio del bosque se mezcla con el murmullo de las montañas, se gesta una revolución hotelera que promete sacudir el mapa turístico de la Patagonia. Y como si eso fuera poco, hay un nombre que lo cambia todo: Lionel Messi A partir del 1° de noviembre, el grupo Meliá Hotels International, una de las cadenas más prestigiosas del planeta, asumió la gestión de MiM Hotels, la marca boutique propiedad del 10 argentino. Y lo hará con una jugada maestra: incorporar esos hoteles a la exclusiva, The Meliá Collection.
Pero eso no es todo. Porque mientras en Europa los hoteles MiM brillan en destinos como Ibiza, Mallorca y Andorra, en Argentina la apuesta es aún más audaz. En el predio donde alguna vez funcionó “El Retorno”, Meliá construye Terrazas del Gutiérrez, un complejo que no solo redefine el concepto de hospedaje, sino que lo eleva a una experiencia sensorial.
La elección de Bariloche no fue casual. Los especialistas aseguran que el entorno natural, en pleno Parque Nacional Nahuel Huapi, frente a uno de sus lagos más emblemáticos, es el escenario perfecto para una propuesta que busca fusionar arquitectura, paisaje y sofisticación. Y como si se tratara de una obra de arte, cada detalle está pensado para emocionar.
Con apertura prevista para 2028, el hotel contará con 99 habitaciones de alta gama y 48 residencias exclusivas. ¿El objetivo? Responder a una nueva demanda del turismo de lujo: viajeros que no quieren elegir entre el confort del hogar y los servicios de un cinco estrellas. Lo quieren todo. Y lo tendrán.
Así, mientras Messi sigue haciendo historia en las canchas, su nombre empieza a resonar en los pasillos del turismo internacional. Porque cuando el mejor del mundo se asocia con una de las cadenas más poderosas del planeta, el resultado no puede ser otro que una bomba editorial: Bariloche será sede de uno de los hoteles más exclusivos de Latinoamérica.
El hotel de Cristobal López
El Retorno fue sinónimo de descanso elegante en Bariloche. Ubicada a orillas del Lago Gutiérrez, la hostería ofrecía vistas privilegiadas y una arquitectura que combinaba lo clásico con lo patagónico. Sin embargo, todo cambió cuando el Grupo Indalo, propiedad de Cristóbal López y Fabián De Souza, adquirió el predio en 2013 con la promesa de construir un hotel de 3 mil metros cuadrados. Lo que parecía una inversión millonaria terminó siendo el inicio de una larga decadencia.
Primero vino el cierre por remodelación, luego los despidos masivos y finalmente la caída judicial del empresario, acusado de evasión por 8 mil millones de pesos. La obra quedó paralizada, la seguridad desapareció y el predio se convirtió en tierra de nadie. Desde 2018, los saqueos fueron constantes: ventanas arrancadas, paredes desmanteladas, árboles talados y hasta robos en plena cuarentena. La casona, que alguna vez fue símbolo de lujo, quedó reducida a ruinas, atrapada en litigios con ex empleados y organismos tributarios.
Hoy, sobre ese mismo terreno marcado por el abandono, se proyecta una resurrección inesperada. Meliá Hotels International, en alianza con Lionel Messi, construirá allí Terrazas del Gutiérrez, un hotel de lujo que promete devolverle al lugar su esplendor perdido. El contraste no podría ser más cinematográfico: donde antes hubo saqueos, ahora se planifica una experiencia de élite con 99 habitaciones y 48 residencias exclusivas. Bariloche, una vez más, se prepara para volver a brillar.