Un donativo de $10.000 y una ‘probation’ o suspensión de juicio, que permitirá que, en lugar de afrontar un proceso judicial, realice actividades comunitarias. Ésa es la pena que determinó la Justicia para la dueña de un perro dogo qué, al estar sin bozal en una almacén, atacó a una nena de 4 años, a la que le mordió la cara y parte de su cuerpo.
El hecho ocurrió el 8 de enero de este año en Cutral Co, cuando la chiquita fue a comprar junto a su madre en un comercio del barrio Progreso de la localidad.
El animal, pese a ser de una raza considerada peligrosa, se encontraba sin protección. Además está en vigencia una ordenanza municipal que estipula las condiciones que deben cumplir aquellas personas que tienen los perros considerados agresores. Ninguna de esas pautas las cumplió la comerciante.
Pese a eso y a las graves lesiones sufridas por la niña (que sufrió heridas en la cabeza, por las que tuvo que someterse a una cirugía) la jueza de Garantías Alina Macedo Font otorgó una suspensión de juicio a prueba por el plazo de un año.
Todavía no se sabe qué tareas desempeñará durante esa probation, a lo que se sumará una reparación simbólica de $10 mil pesos que deberá donar a una institución de bien público.