En medio de un país que busca formar consensos para cerrar las heridas de la dictadura, una vecina de Bariloche decidió abrir una nueva grieta que promete generar escándalo nacional. Se trata de Asunción Benedit, una mujer que vive en la ciudad desde 1984 y que lanzó una agrupación bajo el nombre “Pañuelos Negros”, con el claro objetivo de “contrarrestar ideológicamente” a las Madres de Plaza de Mayo y a los organismos de derechos humanos.
Mientras gran parte del país sigue exigiendo memoria, verdad y justicia por los crímenes cometidos durante la última dictadura, Benedit se para del otro lado de la historia y propone reivindicar la lucha militar y homenajear a los condenados por delitos de lesa humanidad.
Todo empezó en Tucumán, durante un acto llamado “Encuentro Patriótico”, en conmemoración del 50º aniversario del Operativo Independencia, una de las primeras acciones del Ejército en la denominada “guerra contra la subversión”. Allí, entre discursos cargados de nostalgia castrense, nació la idea de esta agrupación que hoy pone a la ciudad en el centro del debate.
Tres causas, una ideología
Benedit lo explicó sin rodeos: Pañuelos Negros tiene tres objetivos principales, todos igual de polémicos:
- Asistencia a veteranos de la guerra contra la subversión: se refieren a militares y agentes del Estado que participaron de la represión durante los años ’70. Según ella, “están abandonados por el Estado”.
- Reconocimiento a víctimas civiles del terrorismo: Benedit asegura que hay un sector de víctimas “olvidadas” por las políticas de reparación. Aunque no brindó cifras ni nombres, remarca que su fundación buscará “visibilizarlas”.
- Apoyo a represores condenados: el punto más controversial. La agrupación considera presos políticos a quienes fueron condenados por crímenes aberrantes durante la dictadura, incluyendo desapariciones, torturas y asesinatos.
“Están presos por haber ganado la guerra contra la subversión. La izquierda no se los perdona”, sentenció Benedit en declaraciones al diario El Cordillerano, dejando en claro que la fundación buscará romper el consenso social en torno al Nunca Más.
Repercusiones y silencio oficial
Por ahora, no hubo declaraciones del gobierno local ni de referentes de derechos humanos de la región, pero se espera que en las próximas horas haya repudios y fuertes cruces. Las redes ya estallaron con mensajes que van desde el apoyo incondicional hasta el rechazo total.
Lo cierto es que Pañuelos Negros ya está en marcha, y con un nombre cargado de simbolismo, promete provocar un verdadero terremoto en la memoria colectiva del país.