Baja presión en plena ola polar
La postal del frío extremo en la cordillera neuquina sumó en los últimos días un problema que preocupa a miles de familias: la baja presión en el suministro de gas. Localidades como San Martín de los Andes y Villa La Angostura atraviesan momentos complicados, justo cuando se registran temperaturas históricamente bajas.
En Villa La Angostura, la situación obligó incluso a suspender clases en el turno mañana del martes para resguardar a los estudiantes ante la falta de calefacción. Desde la distribuidora Camuzzi explicaron que la causa no es solo la ola polar, sino también fallas puntuales en el sistema de transporte de gas.
Alta demanda y un sistema exigido al máximo
Según la propia empresa, el sistema energético nacional está funcionando bajo una presión inédita. La combinación de temperaturas extremas, récord de consumo de gas y electricidad, y la infraestructura que no siempre da abasto pone en jaque a muchas localidades de la Patagonia.
En este escenario, el Gobierno de Neuquén viene articulando con Nación y la distribuidora para priorizar el suministro a hogares y servicios esenciales, a pesar de la complejidad técnica y la magnitud de la demanda. Se suspendieron contratos de grandes industrias y estaciones de GNC para liberar caudal, lo que permitió sostener la provisión a la población.
Qué pasó con el gasoducto Cordillerano-Patagónico
El cuello de botella principal se dio en el gasoducto Cordillerano-Patagónico, vital para abastecer a gran parte del sur del país. En los extremos de la red, tanto en Collón Curá (Neuquén) como en Comodoro Rivadavia (Chubut), se registraron fallas operativas: plantas compresoras fuera de servicio y problemas para encender la maquinaria.
Esto redujo significativamente la presión en toda la red, afectando no solo a Neuquén sino también a localidades de Chubut como Lago Puelo y Trevelin. Técnicos de la empresa trabajan contrarreloj para normalizar el sistema, pero la situación sigue siendo delicada mientras la demanda energética se mantiene en niveles récord.
Los medidores: un detalle clave que retrasa la normalización
Otro punto que afecta a muchos vecinos es el mecanismo de seguridad de los medidores domiciliarios. Cuando la presión en la red cae demasiado, los medidores cortan automáticamente el flujo de gas para evitar accidentes. El problema es que, una vez que la presión vuelve a subir, cada medidor debe ser habilitado de forma manual por personal autorizado, lo que hace más lento el regreso del servicio.