Durante una recorrida por el barrio Z1 de la ciudad de Neuquén, el gobernador Rolando Figueroa reafirmó la vigencia y solidez del modelo neuquino de desarrollo, que se basa en la ejecución de obras con recursos propios, la planificación y la articulación con los municipios. La obra que inspeccionó contempla el asfaltado de 360 cuadras, con una inversión superior a los 3.500 millones de pesos.
“Tenemos un modelo neuquino que está en cada rincón de la provincia”, aseguró Figueroa al destacar el alcance territorial de las políticas públicas provinciales. Además, subrayó que en Neuquén “lo que se cobra al vecino se transforma en obra”, marcando una diferencia con otras provincias donde “se pelean y no hacen”.
El mandatario estuvo acompañado por el intendente Mariano Gaido, quien celebró la magnitud del proyecto y el impacto directo que tendrá en los vecinos del oeste capitalino: “Esta obra histórica llega con servicios, pluviales y se ejecuta con fondos propios del municipio y la provincia”.
Obras estratégicas para el futuro
Figueroa también repasó el avance de un plan integral de infraestructura, que busca reducir el déficit estimado en 4.000 millones de dólares. Entre los próximos proyectos, se anunció la pavimentación de la Ruta 7 en el tramo Cortaderas, lo que permitirá acortar en 100 kilómetros la distancia hacia el norte neuquino. También se avanzará sobre la ruta del Huecú y Loncopué, con frentes de trabajo simultáneos para agilizar los tiempos.
Además, el gobernador remarcó la construcción de 8 nuevas escuelas técnicas, ampliaciones educativas, y la ejecución de más de 30.000 m² en infraestructura sanitaria, junto con obras para ampliar las redes de gas natural y GLP en localidades como Cayanta, Bella Vista y Las Ovejas.
“Cada kilómetro de ruta implica inversión y visión de desarrollo”, sostuvo el gobernador.