La crisis de la británica President Petroleum sumó su capítulo final, la empresa presentó un pedido de quiebra, luego de haber ingresado en concurso preventivo de acreedores meses atrás. El responsable de Relaciones con el Mercado, Peter Levine, comunicó que la asamblea de accionistas autorizó la solicitud ante la Justicia.
En la presentación se enumeran los motivos, un pasivo que en marzo ascendía a 56 millones de dólares, sin margen para reestructuración, una producción magra en los campos convencionales que opera y la decisión del gobierno rionegrino de no prorrogar las concesiones que vencen entre 2027 y 2028.
En Río Negro, la compañía figuraba como titular de Puesto Flores/Estancia Vieja, Las Bases y Puesto Prado. Desde mayo, la operación y el mantenimiento de esos bloques están a cargo de la pyme local Brava Soluciones Oil & Gas, que ganó la licitación para un contrato inicial de tres años.
En un comunicado difundido tras conocerse la quiebra, Brava señaló que su gestión incluye personal técnico, profesionales, unidades móviles y equipos para asegurar la continuidad de las operaciones, preservar el empleo y evitar el abandono de las áreas. “Nuestro objetivo es mantener la infraestructura de los campos y asegurar que las áreas no queden abandonadas, evitando pasivos ambientales y pérdida de puestos de trabajo”, indicó el presidente de la compañía, Juan Cruz López.
La firma dijo que está en contacto con autoridades provinciales, sindicatos petroleros y organismos como Edhipsa y la Secretaría de Hidrocarburos para definir la continuidad de las concesiones. También planteó que las pymes de la Cuenca Neuquina pueden ofrecer un modelo de gestión “cercano, eficiente y responsable para áreas maduras, con menor escala pero alto compromiso operativo. Reafirmamos nuestra disposición a colaborar en el mecanismo de transición que se disponga, alineados con políticas que valoren inversiones, remediaciones, cumplimiento comercial y responsabilidad social”, dice el texto.
La quiebra de President Petroleum cierra una etapa en el negocio de la producción convencional en Río Negro y abre otra, en la que el control regional y la proximidad con el territorio serán claves para sostener la actividad y el trabajo.