La ruta aérea entre Bariloche y la Ciudad de Buenos Aires se consolidó como la más demandada del país durante julio, con un total de 1.561 vuelos registrados y un crecimiento interanual del 14%, según datos oficiales de la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA). Este corredor aéreo, que conecta el principal centro emisivo del país con uno de los destinos turísticos más emblemáticos de la Patagonia, volvió a posicionarse como el eje estratégico del movimiento nacional e internacional de pasajeros. El Aeropuerto Internacional Teniente Luis Candelaria recibió más de 1.075 vuelos en el mismo período, marcando un récord histórico de operaciones y confirmando la vigencia de Bariloche como polo turístico de primer nivel.
El flujo constante de visitantes que elige Bariloche como destino se traduce en cifras contundentes: más de 166.000 personas arribaron a la ciudad durante julio, impulsadas por una oferta turística diversa, servicios de calidad y una conectividad aérea que no deja de crecer. La consolidación de la ruta Bariloche–Buenos Aires como la más utilizada del país responde a múltiples factores, entre ellos la estacionalidad invernal, la infraestructura aeroportuaria y la articulación entre operadores turísticos, aerolíneas y organismos provinciales. La ciudad cordillerana no solo atrae a turistas nacionales, sino que también se posiciona como puerta de entrada para visitantes internacionales que buscan experiencias únicas en la región andina. La conectividad aérea, en este sentido, se convierte en una herramienta clave para sostener el dinamismo económico local y garantizar la continuidad de miles de fuentes laborales vinculadas directa e indirectamente al turismo.
La inversión en servicios aeroportuarios, la promoción del destino en mercados estratégicos y la coordinación con el sector privado permitieron ampliar la frecuencia de vuelos y diversificar las rutas disponibles. Además de la conexión con Buenos Aires, Bariloche mantiene vínculos regulares con otras ciudades argentinas como Córdoba, Rosario, Mendoza y Tucumán, lo que refuerza su rol como nodo de conectividad en el sur del país. La presencia de vuelos internacionales, especialmente desde Brasil y Chile, también contribuye a consolidar su perfil global y a dinamizar el comercio, la hotelería y la gastronomía regional.