La sede de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional del Comahue (UNCo), en Roca atraviesa una situación crítica en materia edilicia. Ante la imposibilidad de garantizar calefacción adecuada en sus aulas, la institución solicitó colaboración al Colegio de Abogados que cedió temporalmente sus oficinas de calle Villegas 967 para el desarrollo de las evaluaciones. El pedido también se realizó al Superior Tribunal de Justicia.
Sin embargo, el decano Juan Carlos Fernández aclaró en Radio La Super que no hay certeza de que se vayan a utilizar esos espacios: “Tenemos exámenes todos los meses, son 200 mesas por mes que se superponen con el dictado de clases y con los usos. Vamos a definir mes a mes si usamos esos espacios”.
La falta de calefacción se suma a una serie de deficiencias estructurales que vienen siendo denunciadas por docentes y estudiantes desde hace años: filtraciones, problemas eléctricos, mobiliario deteriorado y escasa inversión en mantenimiento. En los últimos inviernos, las condiciones se agravaron al punto de impedir el dictado regular de clases en varios turnos.
Durante el receso invernal, se realizaron trabajos para resolver problemas de calefacción en el edificio histórico y en el nuevo, según explicó el decano: “Adoptamos e implementamos medidas de contingencia como estufas eléctricas, mientras pedimos un sistema de calefacción central. En el edificio del auditorio adquirimos equipos importantes, de manera que estará garantizada la calefacción y el aire acondicionado”, detalló.
La situación edilicia afecta a dos edificios con más de 20 y 50 años de antigüedad, que requieren una intervención profunda. “El edificio histórico se hizo en forma provisoria y ya tiene medio siglo. Todos necesitan una intervención fuerte”, señaló Fernández. Una de las obras prioritarias es el cambio del techo del viejo edificio, ya aprobado por el Consejo Directivo. “Esperamos tenerla concluida para fin de año. Y estamos pidiendo nuevas instalaciones para seguir trabajando”, agregó. La falta de inversión acumulada y el desgaste estructural condicionan el desarrollo de clases, exámenes y actividades de extensión.
Fernández también se refirió al impacto de los recortes presupuestarios en el funcionamiento de la facultad. “Desde la universidad se hicieron importantes aportes, más allá de los recortes. Todo es un costo altísimo que implica un recorte en otros lugares. El recorte es relevante y se manifiesta en la baja retribución de quienes trabajan en las universidades y en tareas de investigación y en la creación de nuevas carreras de grado”, explicó. En ese contexto reconoció que hay malestar y renuncias de docentes que deciden cambiar de perspectiva profesional.
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