Las empresas públicas provinciales retomaron funciones vinculadas a la provisión de servicios básicos, educación, salud y conectividad. A partir de nuevas inversiones estatales, se enfocan en responder a los requerimientos más urgentes de la población mediante proyectos distribuidos en distintas localidades, explicaron desde el Gobierno.
El gobernador Rolando Figueroa planteó que estas entidades cumplen un papel en zonas donde el sector privado no suele intervenir por falta de rentabilidad. También indicó que deben ordenarse internamente, mejorar su eficiencia y sostener el objetivo para el cual fueron creadas en el esquema provincial.
En el caso de Vialidad Neuquén, se puso en marcha un plan de pavimentación de 600 kilómetros en cuatro años. Para ello se destinaron más de 8.400 millones de pesos en maquinaria y equipamiento, lo que permitió renovar la flota vehicular y retomar obras viales que estaban pendientes.
La empresa Hidenesa desarrolla obras de gas natural en el Alto Neuquén y proyecta plantas de GLP en otras zonas. La iniciativa busca garantizar el abastecimiento energético en la provincia, que a pesar de ser una de las principales productoras del país, mantiene sectores sin acceso al servicio.
El EPAS continúa con tareas de agua y saneamiento, el EPEN asegura suministro eléctrico en áreas rurales con paneles fotovoltaicos, y Corfone impulsa construcciones en madera. En conjunto, las firmas forman parte de un programa que ya activó 541 obras con financiamiento provincial e internacional.