¿Qué hará el diputado de Juntos Somos Río Negro, Agustín Domingo? La pregunta vuelve quedar en el centro de la escena por su ausencia en debates clave de la Cámara de Diputados, donde se definen vetos que condicionan al gobierno de Javier Milei. Aún no se sabe que actitud tendrá en l sesión de hoy en el Congreso donde se define la Ley de Financiamiento Universitario y de fondos para el Garraham, sancionada y vetada por el presidente.
Su conducta en el recinto no es casual: responde a una estrategia del gobernador Alberto Weretilneck, que busca no enfrentarse abiertamente al Ejecutivo nacional y, al mismo tiempo, evitar quedar alineado con la oposición dura.
En las últimas sesiones, Domingo dejó su banca vacía en votaciones sensibles. No estuvo cuando se discutió el financiamiento universitario, tampoco en el debate por el aumento de las jubilaciones, ni en la emergencia pediátrica. La ausencia se repitió en el tratamiento de la emergencia en discapacidad, aunque en ese caso sí bajó al recinto para rechazar el veto presidencial.
El contraste es claro si se miran los antecedentes. En 2024, Domingo había acompañado la actualización de los recursos para universidades y también rechazó el primer veto de Milei. Ese gesto parecía ubicarlo del lado de los rectores y de los reclamos salariales docentes. Sin embargo, un año después, la estrategia cambió: el legislador ya no vota en contra, pero tampoco da la cara para sostener al Gobierno nacional. Simplemente no está.
Mientras tanto, los otros diputados rionegrinos sí muestran posiciones firmes. Martín Soria (Unión por la Patria) se mantiene como el único que se opone alos intereses de Milei En la vereda opuesta, Lorena Villaverde (LLA), Aníbal Tortoriello (PRO) y Sergio Capozzi (PRO) ratifican su apoyo al oficialismo. En ese tablero, la banca de Domingo es la más incómoda: no suma, no resta, pero termina favoreciendo a Milei porque evita el riesgo de un voto en contra.