El gobierno rionegrino comenzó a implementar medidores prepagos de electricidad como respuesta al impacto de los aumentos tarifarios y la necesidad de garantizar acceso seguro al servicio. La iniciativa se aplicó en el barrio 10 de Enero de Cipolletti, donde 90 familias serán beneficiadas con obras de infraestructura, alumbrado público LED y la instalación de dispositivos que permiten pagar la energía en función del consumo real. La medida forma parte del Programa de Acceso Seguro a la Electricidad (PASE), que busca formalizar y regularizar el servicio en sectores vulnerables.
La secretaria de Energía, Andrea Confini, explicó que se trata de una prueba piloto inédita en la provincia, orientada a generar nuevos hábitos de consumo y eficiencia energética. “Significa que las familias pueden ir pagando la factura de a poco, en la medida que consumen, y evitar así facturas abultadas a fin de mes. No se trata sólo de colocar medidores o alumbrado, sino de lograr que las familias puedan sostener el servicio en el tiempo”, señaló. El sistema permite conocer el saldo disponible en tiempo real y realizar recargas virtuales.
La obra incluye 200 metros de línea compacta, 1.190 metros de red preensamblada de baja tensión y un transformador de 200 kVA.
El responsable comercial de la empresa EDERSA, Pablo Luciani explicó que el gran desafío es la implementación de los medidores prepagos, que permitirán a cada vecino conocer su consumo, cuánto gasta y administrar su presupuesto energético. El plazo estimado de finalización de la obra es de dos meses, debido a la complejidad del trazado en un barrio con polígonos irregulares. La experiencia será monitoreada por el Ente Provincial Regulador de la Electricidad (EPRE), que supervisa la articulación entre los actores involucrados.
El barrio 10 de Enero se suma a otros sectores de Cipolletti ya alcanzados por el PASE, como El Espejo, Martín Fierro, Los Sauces y La Ribera. Actualmente se trabaja en Puente Santa Mónica (Las Perlas), y próximamente se avanzará en los barrios Obrero A y Obrero B. El objetivo es garantizar el derecho a la energía segura, formal y accesible, especialmente en contextos de alta vulnerabilidad social y frente a un escenario de tarifas crecientes que exige soluciones innovadoras.
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