La postal de los ríos bajos en la región no pasa desapercibida y la preocupación se instaló en las comunidades ribereñas. Desde la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas (AIC), el secretario técnico Horacio Collado explicó en una entrevista en el programa Así Estamos por Mitre Patagonia que la situación responde a la falta de lluvias y nevadas durante el invierno, lo que redujo drásticamente el nivel de aportes a los embalses.
“Estamos un 30 o 40% por debajo del promedio histórico de las cuencas”, detalló Collado, y remarcó que la prioridad es “cuidar el agua lo más posible en los embalses” para poder cubrir todas las demandas.
El funcionario aclaró que, pese a los bajos caudales, el consumo humano y los usos de riego están garantizados para este ciclo y el próximo, aunque advirtió que un nuevo año de sequía dejaría a los diques en una situación crítica.
Actualmente, las medidas adoptadas apuntan a restringir al máximo las erogaciones, privilegiando el almacenamiento de agua. “Lo que se está haciendo es juntar agua en los diques y erogar poco para no vaciarlos antes de tiempo, sobre todo pensando en la mayor demanda eléctrica del verano”, explicó.
Collado reconoció que existe una tensión permanente entre la necesidad de generar energía hidroeléctrica y la de resguardar reservas de agua. “En las nuevas normas de manejo de agua buscamos un equilibrio, dando anticipadamente los cálculos de disponibilidad para que el sistema energético pueda programar sin depender únicamente de los embalses”, indicó.
La sequía, que ya marcó 13 años seguidos antes de 2023, vuelve a encender las alarmas en la región. “Hoy tenemos garantizados los consumos, pero si vienen más años secos, el panorama será muy complejo”, concluyó Collado.