El fuego sigue arrasando con el Valle Magdalena, ubicado dentro del Parque Nacional Lanín, y, a más de 15 días de su inicio, las miradas se posan en los brigadistas, que trabajan sin descanso para combatirlo.
Entre ellos las mujeres ocupan un rol determinante. En total, son 9 las que operan en el combate, a las que se suman 5 que trabajan en otros parques. Ellas se esfuerzan a la par de sus compañeros y, por su porte, incluso ponen el cuerpo en situaciones en las que el riesgo es extremo. A saber, abriéndose paso en medio de las pasarelas que van armándose para adentrarse en zonas de bosque cerrado. O prestando su empuje en momentos en los que el cansancio puede más, y la tentación de flaquear llega.
"Angustia ver miles de hectáreas quemadas, pero hay que seguir" confesó Andrea Acuña, que hace 18 años se dedica a combatir incendios y desde el día uno está presente en el que aún está activo en Valle Magdalena que ya afectó más de 22 mil hectáreas.
"Angustia ver miles de hectáreas quemadas, pero hay que seguir", comentaron las brigadistas.
Angustia y esfuerzo
"Es un laburo arduo, de mucho esfuerzo. Nos levantamos a las 6 o 7 de la mañana, y ahí arrancamos. Hay días mejores y peores, pero le estamos poniendo toda la garra" aseguró, emocionada.
Su colega Priscilla lleva tres años como brigadista. "También estuve en el incendio de Bariloche y El Bolsón. Descansé un poco y llegué a Neuquén, para ayudar " contó con orgullo.
Ambas reconocieron qué, por momentos "ver el bosque nativo destruyéndose entristece". Pero sus ganas de que la pesadilla cese pueden más. "Hasta que logremos apagarlo todo, acá nos vamos a quedar" aseguraron.