Tiritando de frío, deshidratada y parcialmente sumergida en una de las márgenes del río Neuquén. Así fue hallada Mirta Etelina Sandoval, la comerciante que, por fortuna, fue descubierta por tres de los policías que participaban del rastrillaje, que, al divisarla, acudieron de manera inmediata en su ayuda.
Las primeras informaciones daban cuenta de que habían dado con ella caminando por la ruta 40, cerca del ingreso al paraje Taquimilán. Pero en realidad el operativo fue más arduo, y la mujer se encontraba en una zona de difícil acceso, casi aguas adentro.
"La encontró el móvil 1801 del Comando Radioeléctrico Chos Malal. Fueron los sargentos Javier Moyano, Francisco González y el cabo Santiago Bernal. Estaban frente a Taquimilán haciendo un avistaje con binoculares vieron un bulto junto a la orilla que les llamó la atención. Descendieron a campo traviesa y vieron que era la señora Sandoval", informó el comisario Osvaldo Méndez.
Un rescate plagado de emoción
A partir de allí uno de los policías la cargó sobre sus hombros y comenzó a acercarse nuevamente hacia la ruta.
"Desde el lugar del hallazgo hasta Chos Malal hay cerca de 30 kilómetros. Al llegar al móvil la trasladamos y se hizo el traspaso con la ambulancia, que, cuando dimos con ella, habíamos pedido de manera inmediata" agregó el comisario.
Lo cierto es que el hallazgo estuvo envuelto en una profunda emoción, porque los primeros indicios hacían sospechar que la mujer se hallaba sin vida.
"Cuando se dieron cuenta de que tiritaba de frío y tenía signos vitales, el alivio fue enorme. Ahora queda en manos de los médicos su recuperación", finalizó Méndez.