Trabajadores de la Cerámica Neuquén volvieron a cortar el paso en la Ruta 7 por una solicitud de financiamiento de una deuda millonaria que mantienen con CALF. El corte, que empezó desde las 8 de este jueves 10 de abril, tenía previsto terminar con una caravana en auto hasta Casa de Gobierno, pero durante los primeros minutos de la concentración, hubo empujones entre la Policía y los ceramistas.
Entre forcejeos y empujones, la situación fue escalando en violencia hasta que terminaron con algunas patadas. "Unidad de los trabajadores, y al que no le gusta, se jode", cantaban los manifestantes, en medio de insultos frente a los intentos del escaso personal policial de filmar a quienes se estaban manifestando.
La manifestación había iniciado de forma pacífica, con una importante cantidad de militantes que se disponían a realizar el corte previsto.
En cambio el personal fue escaso: un móvil, algunas motocicletas y poco personal a pie, con tres comisarios. La escena se tornó más compleja, con los uniformados en el interior de una zanja.
"Estábamos saliendo hacia la ruta y los efectivos policiales sacaban fotos, provocaban, se ponían en frente nuestro, les decíamos que se corran, y uno de ellos se resbaló, no vio que había una zanja y se cayó, pero no pasó a mayores", dijo Bernardo Retamales, presidente de la Cooperativa Confluencia, que gestiona la fábrica
El reclamo
La empresa debe 263 millones de pesos por el suministro eléctrico y exigen un plan de pagos que hasta ahora fue rechazado en más de una oportunidad.
Tal como lo había anticipado Mejor Informado, los obreros de la reconocida fábrica dispusieron un nuevo corte de ruta en ambas manos de los accesos Centenario-Neuquén.
En tanto, desde la Cooperativa CALF anunciaron que las propuestas recibidas por la empresa no tienen un asidero real y carece de garantías reales de pago. Por esta razón la situación se vuelva cada vez más tensa y desde la cerámica dicen que corre riesgo la continuidad de su trabajo.